Un equipo de fiscalización para 24 transportes de pesca al día (24/7) fue creado por la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) con el fin de realizar un estricto control interno del transporte de carga que mueve la materia prima que llega a puerto y que se traslada a las diferentes plantas de proceso. Este comenzó a operar antes del inicio de la temporada de pesca de sardina y anchoveta, cuya veda fue levantada el jueves pasado.
El grupo está conformado por prevencionistas de riesgos altamente calificados (dos hombres y una mujer) quienes controlan las 24 horas del día en turnos de ocho horas, la salida de camiones desde el recinto Molo Blanco, ubicado en la comuna de Talcahuano (Región del Biobío).
Otra de las tareas que realiza este equipo es, ejecutar pruebas preventivas de hermeticidad con agua para verificar el estado de las bateas, controlar el llenado de los camiones y también realizar charlas informativas a los choferes sobre rutas autorizadas y medidas frente a una emergencia. Para la actual temporada de pesca, se han fiscalizado a 53 camiones, los que han debido cumplir con todos los requisitos exigidos por los fiscalizadores para ser autorizados a transportar materia prima.
Inspección previa
Según informo la encargada de Medio Ambiente de Asipes, Macarena Cepeda, antes que comience la temporada de pesca se hace una revisión completa a los camiones. Se realiza verificación de llenado con agua, de manera de comprobar que no que no hay filtraciones y que cumplen con la normativa del Servicio Salud y del Ministerio de Transportes. Cuando los camiones presentan filtraciones, se cambian los sellos, se reparan las tapas, de manera que funcionen con el mejor estándar posible.
“Sin embargo, quisimos ir más allá, incorporando este equipo de fiscalizadores, trabajando con encargados y operadores de descarga, con jefes de flota y los choferes, verificando entre otros cosas el llenado de los camiones y la hermeticidad de éstos. Desde ahora todos quienes participan en el proceso están más capacitados y mejor informados, pues han recibido charlas e implementos de seguridad con tal de que puedan reaccionar de forma oportuna frente a una emergencia asociado al transporte de sardina”, destacó la profesional.
Macarena Cepeda explicó que se elaboró un protocolo para resguardar que el proceso sea óptimo y que ante cualquier fallo, los fiscalizadores reportan a ella el fallo para luego realizar la acción correctiva.
“Además hemos hecho mucho hincapié con los transportistas en que sean ellos mismos que reporten cualquier evento de derrame que pueda suceder en las vías, pues eso nos permite reaccionar más rápidamente, enviar una cuadrilla y evitar molestias para los vecinos y la comunidad”, enfatizó.