En este cargo, su misión es supervisar el trabajo que se realiza en la plataforma flotante durante la recepción de la pesca de distintas embarcaciones sean los buques Pesquero de Alta Mar (PAM) de la compañía o de los pescadores artesanales.
En la actualidad, cada día las mujeres están asumiendo nuevas responsabilidades en la industria pesquera, especialmente de jefatura y en áreas relacionadas a la operación a mar abierto. En este caso, Rosa está toda su jornada en el mar, específicamente, en el pontón Topocalma de Alimar ubicado en Lota.
En su trayectoria cuenta con experiencia en la industria desde distintos roles y hoy está orgullosa de hacer el trabajo que en más de un siglo han ejercido tradicionalmente los hombres. “Yo sería la primera mujer en este caso de cumplir ese rol, o sea, de llevar la jefatura in situ, o sea, en el mar. Mi desafío es llevar a cabo todo lo que hacen mis colegas, ir a la par con ellos también y no por el hecho de ser mujer, que tengan una diferencia, sino que mi desafío es ir a la par con todos. Como jefa de turno tenemos toda la supervisión de la operación. Mi desafío es ser una más. Quiero cumplir con todos los requerimientos que necesita la planta”, dice.
Llegó a Alimentos Marinos, empresa que produce harina, aceite y congelados de pescado, sabiendo que buscaban a alguien que no tuviera inconvenientes de trabajar en un sistema de rotación de turnos. Postuló y fue seleccionada. “Aquí se hacen tres tipos de turnos y mi cargo en sí es llevar todo el sistema de jefatura en el mar y ver la administración del equipo humano, el sistema de descarga de lanchas y en definitiva supervisar que se hagan las cosas”, reafirma.
El jefe de Flota de Alimentos Marinos, Ramón Alfaro, y con más de tres décadas en la industria, recuerda cómo ha sido el avance de la industria en temas ambientales, sociales y de inclusión. “La industria ha cambiado mucho en los últimos años. Como empresa decidimos sumar a una mujer para abrirnos más a la sociedad. Rosa tiene la idoneidad en lo que está haciendo, quiere aprender y no le incomodan los turnos. Yo creo que es la primera mujer en este rol entre las empresas que trabajan con sistema de cerco. Las mujeres aportan su templanza y todo fluye más. En nuestra operación en Lota hemos tenido muy buenos comentarios de los equipos de Topocalma”, comenta.
De hecho, Carlos Requeros compañero de Rosa en el pontón reafirma que “nunca nos habíamos relacionado con una mujer a bordo, es una experiencia buena, nueva y la idea es desafiarse a conocerse mutuamente y que todo funcione bien. Rosa viene a aportarnos al equipo y nosotros tenemos el desafío de adoptarnos a los cambios”.
Fotografía: Flota industrial del Biobío.