(Pulso) Invermar, la compañía salmonicultora de los hermanos Alberto y Mario Montanari sigue en problemas y esta vez tienen fecha límite, luego que el pasado 14 de febrero la compañía reveló al regulador que logró prorrogar al 31 de marzo la cuota que vencía el 31 de enero.
Una de las operaciones financieras más complejas de las que se tenga recuerdo en el rubro. Así es definido en la industria el plan de salvataje que prepara la banca para lograr una nueva prórroga ante el próximo vencimiento que se avecina para Invermar. Fuentes ligadas a la banca y la compañía confirman que lograrán un nuevo acuerdo.
La venta de los activos de Pescanova en Chile (Acuinova y Nova Austral) y la entrada en vigencia de la nueva ley de quiebras cobran mayor relevancia para la salmonicultora de los hermanos Montanari.
Fuentes ligadas a la banca confirman que entregarán más plazo a la actual administración de la compañía y el objetivo es buscar un mejor precio de venta. «Hasta el 30 de septiembre es el último plazo de la banca para seguir dándole agua a Invermar», explicó un ejecutivo ligado al proceso de negociación financiera.
¿El motivo? Simple. De optar la banca por solicitar la quiebra de Invermar, lo haría bajo la actual normativa.
«En esta ley tienen mayor control los acreedores para dar una continuidad de giro a largo plazo», añade la misma fuente. A su juicio, la nueva ley de quiebras, que comienza a regir el 1 de octubre, es más «proclive» a la liquidación de los activos.
En el último reporte a la SVS, la compañía dejó en evidencia la urgencia por lograr un acuerdo con sus acreedores.
«Invermar requiere llegar a un acuerdo con los bancos acreedores ya que no contaría con los fondos suficientes para al mismo tiempo pagar a los bancos dicho monto (US$12,3 millones) y, por otro lado, mantener su producción y compromisos con proveedores», consigna la salmonicultora.
A septiembre de este año, los pasivos sobre patrimonio son de 19,01 veces, lo que, pese a todo, se compara favorablemente con los pasivos sobre patrimonio a igual mes del año pasado, que eran de 29,8 veces.
Casi un tercio de la deuda que mantiene actualmente Invermar pertenece a Rabobank.
La deuda con instituciones financieras es de US$156 millones.
La deuda corriente, que es la deuda hasta un año, alcanza los US$142 millones. Mientras la no corriente asciende a US$155 millones.
Por ahora, el objetivo de Invermar es adecuar los covenants financieros y las amortizaciones de capital de 2014, cuyo monto asciende a US$12,3 millones.
En enero, la cuota de capital llega a US$3,4 millones y la de julio de 2014 a US$8,9 millones, aproximadamente.
«En relación a su principal proveedor de alimentos, Salmofood, el plazo de pago a partir de julio se redujo de 180 días a 150 días, lo que implicaría una disminución, por una sola vez en la caja por alrededor de US$4,8 millones en el mes de diciembre», consigna en su último reporte la salmonicultora.