Biobío: Trabajadores de plantas defienden Ley de Pesca

May 31, 2015

Aseveran que es una buena ley si se  implementara y cumpliera y evaluara en los tiempos que corresponde.

En un comunicado de prensa, los trabajadores de las plantas pesqueras detallaron que les complica que haya lo que evalúan como una concertación de intereses, muy alejados de los que les atañen a ellos y sus familias, para intentar derogar la Ley de Pesca.

Lo anterior lo manifestaron los dirigentes de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Pesquera de la Región del Biobío (Fesip), Juana Silva (presidenta), Robinson Cárcamo (secretario general) y Aldo Beroiz (tesorero).

La Fesip habla por 950 trabajadores con empleo formal asociados a través de ocho sindicatos base y representando a 2.500 trabajadores considerando eventuales y con empleos indirectos.

La federación participó a través de la ahora fallecida dirigente histórica de la Fesip, entonces consejera nacional de Pesca, Teresa Lizana, en la Mesa de Fraccionamiento donde el directorio de Fesip trabajó por una plataforma social. En esa mesa, recordaron que “el 58% de las cuotas de pesca de Chile quedaron para el sector artesanal y al industrial le correspondió 42%”. En esa instancia, dentro de la plataforma social que se elaboró, los trabajadores de planta presentaron cuatro programas que fueron introducidos y quedaron esperanzados en mejorarlos porque faltó un plan de egreso para trabajadores mayores de 50 años de edad a fin de descomprimir el sector y esperar la recuperación de las pesquerías, lo que se estima será en un lapso de entre cinco a diez años.

Hicieron ver que actualmente se está atravesando por una crisis de las pesquerías lo que provoca inseguridad e incertidumbre sobre la estabilidad laboral, respecto de sí podrán terminar de educar a los hijos, pagar dividendos y, a ello, se agrega que «escuchamos que hablan y hablan de que esta ley fue un caos y de siete familias aquí y siete familias allá, en circunstancias que somos 12.000 las familias que dependemos de la pesca, en todo el borde costero de Tomé, Lota, Coronel y Talcahuano y considerando distintas actividades relacionadas con la actividad extractiva y de proceso. Vemos que hay voces que solo se preocupan de sus intereses y nunca piensan ni pensarán que dentro de la industria pesquera existimos trabajadores, seres humanos con familias, somos gente de plantas, de flota, contratistas y otros”.

Ley internacional

Dijeron no comprender qué se busca con tanto ánimo de destrozar la ley entregando, la mayor parte de las veces, datos parciales o sesgado. “Si se destruye esta ley y viene la licitación y gana un extranjero ¿a esas voces en contra les preocupa qué pasará con nosotros si decide procesar toda la sardina y anchoveta –cuya cuota no es muy alta- en una sola comuna de la Región del Biobío? ¿Qué ocurrirá con las otras comunas donde existimos trabajadores dependiendo de esos procesos? Y el jurel y la merluza pueden, perfectamente, llevárselo al exterior sin procesar. Eso es muy peligroso para nuestras fuentes de empleo: que quede una sola comuna produciendo harina y aceite de pescado que, entre paréntisis,  es muy apreciado en todo el mundo, y el resto de las localidades quede con fábricas fantasma o, incluso, mucha actividad de la que nosotros realizamos desaparezca».

Desde la Fesip añadieron que “estamos defendiendo nuestros puestos de trabajo, nuestros contratos indefinidos, nuestras negociaciones colectivas, a través de las cuales hemos logrado a través del tiempo mejorar la calidad de vida de miles de trabajadores”.

Asimismo, desde la organización plantearon que «la Ley de Pesca no es el problema. Está hecha con estándares y experiencia internacional. Se cambió Límites Máximos de Captura por Licencias Transables de Pesca y eso no es un invento chileno, es producto de un aprendizaje internacional. Se traspasó la responsabilidad de resolver el tema cuotas globales anuales de pesca a los Comités Científico Técnico y eso es una buena iniciativa, lo que pasa es que los gobiernos no actúan con criterios técnicos sino políticos, pero eso no es culpa de la ley”.

La Fesip opina que la Ley de Pesca mejoró lo que había, cambió la distribución de las pesquerías, introdujo el concepto de Puntos Biológicos de Referencia, cuestión importante porque tiene relación con una ecuación que realizan los científicos para ver el estado de las pesquerías y producir los Rendimientos Máximos Sostenibles que es el tope de lo que se puede pescar, y todo ello son avances.

Pesca ilegal

Asimismo, puntualizaron, terminó con la «nefasta carrera olímpica» y su falencia, lo que verdaderamente hay que corregir, es la fiscalización. “Ese es el Talón de Aquiles de esta ley. Un ejemplo es el de la merluza común de la que se pescan legalmente 23.000 toneladas, pero en forma fraudulenta se extrae ocho veces más, según las estadísticas y eso no lo hace el sector industrial. Lo penoso es que esa especie es muy difícil que se recupere a corto plazo”

Finalmente, desde la Fesip añadieron que, “quienes critican la ley, no van a solucionar el problema de las pesquerías, que es lo real ya que no hay mejor ley que la que tenemos. Si se  implementara y cumpliera y evaluara en los tiempos que corresponde todos los trabajadores del sector seríamos beneficiados porque la gracia de este cuerpo legal es que busca recuperar las pesquerías”.

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