[LO MÁS LEÍDO EL MARTES] ChucaoTec: El poder de las nanoburbujas para la recuperación de fondos marinos

Mar 23, 2021

De acuerdo con lo informado, la compañía ha recuperado un total de nueve centros de cultivo en tiempos que variaron entre los 30 y los 90 días.

El Reglamento Ambiental de la Acuicultura establece a los centros de cultivo la obligación de operar en condiciones compatibles con las capacidades de los cuerpos de agua. Para ello, periódicamente, en fechas establecidas o en función del ciclo de producción de cada especie cultivada, se debe realizar el análisis de las condiciones ambientales de la zona de influencia de cada centro, generando informes denominados Información Ambiental (INFA).

En el boletín ambiental de septiembre de 2020 del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) se señala que para el período comprendido entre los años 2012-2019, un 76% (2848) de las concesiones terminó con condiciones aeróbicas, mientras que un 24% (902) presentaron condiciones anaeróbicas.

El marco normativo, mediante el Reglamento Ambiental para la Acuicultura, entrega al productor la opción de generar una recuperación del área con la autorización de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), la cual debe ser solicitada mediante la presentación de un Informe Técnico a la autoridad para su evaluación.

En febrero del año 2020, luego de la obtención de la primera autorización en Chile para el uso de nanoburbujas para recuperación de fondos, ChucaoTec, empresa con base en la comuna de Llanquihue (región de Los Lagos), puso al agua por primera vez de manera comercial su equipamiento para la remediación de fondos marinos mediante el uso de la tecnología de nanoburbujas.

Según lo informado a AQUA, el desafío era llegar con la cantidad necesaria de nanoburbujas a 40, 50 y hasta 150 metros, en lugares extremadamente aislados, de difícil acceso y con condiciones climáticas muy adversas. “Inicialmente trabajamos con tecnología de nanoburbujas norteamericana, y nos enfocamos en el desarrollo del sistema de difusión, que actualmente tenemos en proceso de patente, y en la organización de la logística necesaria para otorgar un buen servicio”, comentó José Pablo Puga, socio y gerente general de ChucaoTec.

Los tiempos de recuperación en condiciones reales de un centro de cultivo era una de las grandes incógnitas iniciales de este proyecto. “La regulación es clara en relación con la intervención de fondo marino. Cualquier intervención debe ser visada por la Subsecretaría de Pesca, de manera que hacer pruebas en condiciones reales requiere de una resolución que requiere de tiempo para su tramitación, razón por la cual la información que habíamos podido levantar hasta ese momento era en condiciones de laboratorio”, explicó Paulo Jorquera, socio y gerente de Medio Ambiente de la compañía.

Sin embargo, a la fecha, la compañía ha recuperado un total de nueve centros de cultivo en tiempos que variaron entre los 30 y los 90 días. Jorquera detalla que la mayor variabilidad depende de la categoría del centro: mientras centros de categoría 3 con baja materia orgánica basal se recuperan con mayor rapidez, aquellos de categoría 4 o con alta carga orgánica, demoran más.

“En solo un año hemos mejorado sustancialmente nuestro equipamiento y procesos”, indicó José Pablo Puga. A modo de ejemplo, han pasado de utilizar cámaras fijas en sus difusores, a tener una flota de ROVs y un equipo de pilotos para el sondeo del fondo. Pero el desarrollo de mayor impacto para su servicio fue su propia línea de generadores de nanoburbujas. “Nuestros generadores fueron diseñados por nosotros, para nosotros. Nuestro principal problema era con los requerimientos de presión de oxígeno y presión de agua que requerían los equipos que utilizábamos. Reducir el requerimiento de presión de oxígeno significa que podemos utilizar generadores de oxígeno en vez de oxígeno comprimido o líquido, y reducir la pérdida de carga significa mayor presión disponible para llegar más lejos y más hondo con nuestras nanoburbujas”, detalló.

Para este año, ChucaoTec se ha propuesto enfocarse en el desarrollo e implementación de un sistema permanente de oxigenación del fondo marino. “Lo que la industria busca es asegurar el bajo impacto de sus sedimentos en el fondo, que además entregue seguridad a la disponibilidad de sus concesiones para cultivo. Eso no se logra con la remediación; el foco debe estar puesto en la prevención”, explicó Tomás Bravo, socio y gerente de Administración y Finanzas. Asimismo, están explorando abrir al mercado sus generadores de nanoburbujas para otras aplicaciones e industrias.

 

 

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