(El Mercurio) Hace 33 años, los hermanos Claudio y Humberto Fischer Llop crearon Salmones Pacífico Sur en Puerto Montt. A mediados de los 80, el salmonicultor era un rubro nada de común y Claudio Fischer recuerda el empujón inicial para ingresar: «Visitando -un día cualquiera- la casa de un amigo que es biólogo marino, vi unas fotos que él tenía de unas jaulas que la firma japonesa Nishiro había instalado en la bahía de Chinquío. Ellos estaban haciendo ensayos para producción de salmón coho y quedé muy impresionado. Diría que esa fue la chispa que encendió nuestro interés. Posteriormente, asistí a un seminario de producción de salmones organizado por Fundación Chile que sirvió mucho al empujón inicial», rememora.
Un año después de fundada la compañía, en 1986 recibieron los primeros smolts o peces juveniles para, en diciembre de 1987, iniciar su primera cosecha en Chayahué. “Como casi en todo emprendimiento, los inicios fueron muy difíciles, no se sabía mucho del cultivo de peces en el mar, la infraestructura no era la adecuada, las dietas eran húmedas (pescado molido, generalmente sardina muy fresca mezclada con distintos ingredientes proteicos y energéticos), lo que dificultaba mucho la alimentación; no contábamos con suficientes recursos técnicos ni financieros, escasos servicios básicos como hielo industrial, capacidad de frío y congelamiento, etc., todo se hizo a pulso y con el apoyo humano de un equipo fantástico”, cuenta.
Hasta que a fines de la década del 90 se fusionaron con AquaChile, controlada por Víctor Hugo Puchi, en medio de una acusación de dumping a varias empresas del sector de parte de Estados Unidos, por supuestas ventas bajo el costo: “Para tener una buena estrategia de defensa, era conveniente estar totalmente integrado en toda la cadena de valor”, asegura el empresario. A esta acusación se sumó posteriormente otra del mismo país, pero por subsidios. En ambos casos, la empresa quedó libre de cargos y sobretasas.
La historia juntos marcó un hito la semana pasada cuando AquaChile, controlada en partes iguales por la familia Fischer y la familia Puchi, anunció un acuerdo con Agrosuper: la firma de Gonzalo Vial acordó comprar el 67% de AquaChile y lanzará una OPA para el resto de los accionistas, es decir, por el 100% de la firma, en una operación valorada en US$ 850 millones si alcanza la totalidad de las acciones.
Fischer cuenta que estuvieron involucrados en toda la negociación. “Solo unos días después de que cerráramos la adquisición de Salmones Magallanes, Agrosuper tomó contacto con nosotros. El portavoz de nuestros intereses fue Víctor Hugo Puchi, pero por supuesto que estuvimos involucrados y en todo momento fuimos consultados”, señala el empresario, que accedió a contestar por escrito a «El Mercurio» preguntas sobre el proceso.
¿Por qué, como familia Fischer, optaron por vender? ¿Hubieran preferido quedarse en el negocio?
Le voy a ser franco, nosotros no estábamos buscando un comprador. Si usted analiza nuestra historia empresarial, nunca hemos sido vendedores, al contrario, siempre hemos desarrollado compañías desde cero, creamos valor, generamos empleos y crecemos fuertemente, de manera orgánica, con fusiones o adquisiciones estratégicas. Así forjamos nuestra historia en la industria de la salmonicultura, el sector inmobiliario y de la hotelería y entretención, por ejemplo. Sin embargo, al conocer quién era el interesado, no podíamos negarnos a sentarnos en la mesa. Agrosuper era un interesado muy atractivo por el perfil de empresa que tiene, con conocimiento de la industria e importantes espaldas financieras. Por cierto, recibimos además una oferta que nos dejó muy conformes, que reconoce el valor que para nosotros tiene AquaChile».
¿Habría sido factible para ustedes quedarse o se allanaron a la venta impulsados porque su socio Víctor Hugo Puchi, quien estaba más en el «día a día» de la firma optó por salirse?
Nosotros también estamos muy involucrados en el día a día de las compañías. Mi hermano Humberto es director y ha liderado durante los últimos 32 años nuestros negocios en salmonicultura. Pero quedarse en la propiedad no era opción; Agrosuper es una empresa cerrada y la oferta fue por el paquete completo.
¿Cómo califica usted esta venta de AquaChile a Agrosuper? ¿Cuál es la importancia para ustedes como impulsores de la industria salmonicultora?
Después de tantos años empujando el carro en este sector, en el cual junto a nuestros socios hemos sufrido de sus vaivenes, pero también alcanzado grandes satisfacciones en sus mejores momentos, que AquaChile quede en manos de Agrosuper para mí es motivo de satisfacción y tranquilidad. Debemos reconocer que la empresa ahora ingresa a otra liga, no solo por el tamaño que tendrá, sino porque pasa a ser parte de un conglomerado que tiene una capacidad financiera superior, y que es un líder mundial en la producción de proteínas para consumo humano. Para consolidarnos como potencia agroalimentaria, Chile necesita más compañías como Agrosuper.
Negocio salmonicultor: “Para nosotros es el fin de un ciclo”
Con negocios en diversos rubros como el inmobiliario, en el que administran la Zona Franca de Punta Arenas a través del Holding Inmobiliario y Rentas Inmobiliarias, entre otros activos; además del aeronáutico, el agrícola, donde producen vacunos en Aysén y Osorno y el de casinos, Claudio Fischer no da mayores detalles de lo que harán con los US$ 300 millones que recibirán producto de la venta de su participación en AquaChile (poco más del 33%), pero dice que el foco –como siempre– estará en el sur. “Aún no tienen destino asignado, esto acaba de ocurrir, pero sin duda serán invertidos en lo que nos apasiona, que es crear empresas, siempre en el sur y también abriéndonos al resto del país y quizá a otros mercados”, señala.
¿Con esta operación, la familia Fischer sale definitivamente del negocio salmonicultor o aún tienen interés?
Uno nunca puede descartar nada en la vida, pero no tendría sentido invertir en el sector si estamos vendiendo una empresa del tamaño de AquaChile. Para nosotros es el fin de un ciclo. En la salmonicultura, la escala y el tamaño cada vez son más relevantes y para los actores más pequeños es más complejo.
Como empresario, ¿cómo está viendo la gestión política y económica del Gobierno?
Como familia, seguiremos creciendo en los sectores que participamos y analizando nuevas oportunidades. Vemos que hay un buen contexto para invertir y lógicamente cualquier señal que fomente la inversión es bienvenida. Esperamos que al Gobierno le vaya bien y que muchos empresarios desarrollen proyectos relevantes para el país.
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