(www.FIS.com) Desde el 1 de enero, los pescadores europeos que extraen especies pelágicas como la caballa y el arenque tendrán que desembarcar todo el pescado sujeto a cuotas que capturan, con lo que ayudarán a poner fin a la práctica derrochadora de arrojar pescado por la borda.
Esta obligación se concreta después de tres años de negociaciones lideradas por el Gobierno del Reino Unido en Europa y constituye la primera fase de la implementación de la más amplia «prohibición de los descartes».
Hasta el año pasado, los pescadores podían descartar una parte de sus capturas antes de desembarcar en los puertos, lo que implicaba que hasta un millón de toneladas se arrojara de nuevo en las aguas europeas. Si bien la práctica fue desalentada, la prohibición nunca fue acordada formalmente por los Estados miembros hasta que el Reino Unido tomó la iniciativa para realizar importantes reformas a la política pesquera común de la UE, tales como la prohibición de los descartes; un compromiso jurídicamente vinculante de la pesca a niveles sostenibles; y la toma de decisiones descentralizada, que permite a los Estados miembros acordar medidas adecuadas para su pesca.
La prohibición de los descartes se comenzó a aplicar para especies pelágicas como la polaca, ochavo, arenque, jurel, caballa, faneca noruega, lanzón y espadín. También incluirá la captura incidental de especies sometidas a cuota, como el bacalao y el merlán, y cualquier pescado sometido a cuotas que esté por debajo de la talla mínima de desembarque (MLS).
En referencia al comienzo de la prohibición de los descartes pelágicos, el ministro de Pesca, George Eustice, señaló que «la larga lucha para reformar la desgastada Política Pesquera Común ha sido ganada y hoy marca un hito importante en nuestro compromiso de pescar de forma más sostenible, poniendo fin a la vergonzosa práctica de los descartes del pescado en buen estado».