No es una pregunta que involucra sólo al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de Argentina (Inidep), sino que la interrogante que se formulan varios de los actores que cumplen un rol protagónico dentro de la industria pesquera de dicho país.
Es que la realidad muestra que hay menos merluza, a pesar de lo que marcan las estadísticas oficiales de desembarques. Y lo exponen no sólo los armadores, sino que también los obreros que lo procesan en tierra, que en la ciudad tienen la particularidad, o la imperiosa necesidad de procesarlo para poder cobrar. Así informó ayer www.pescaypuertos.com.ar.
Según las cifras actuales de la Subsecretaría de Pesca argentina, que incluye algunos días de agosto, casi se habían desembarcado 200 mil t de merluza en todos los puertos marítimos.
El dato causa al menos asombro si pensamos que ya transcurrimos agosto y apenas se capturó casi la mitad de lo permitido por la autoridad de aplicación. ¿En menos de cuatro meses la flota debería poder pescar lo que pudo pescar en siete meses? O los barcos no encuentran hubbsi o los datos son erróneos y se llevan capturadas muchas más t que la que marca la página de la Subsecretaría.
Cierta incidencia tiene en la situación el traslado de unos 25/30 buques fresqueros que están capturando langostino en aguas argentinas. Esos barcos tienen un cupo de merluza que todavía no gastaron o la transfirieron a otros. Lo cierto es que son muy pocos en relación a los más de 120 buques merluceros de la flota local.
No todos los armadores o buques están en las mismas condiciones. El reparto de la 90/05, como su antecesora, dejó muy mal parada a la flota más chica, los buques que tienen una capacidad de entre 1.800 y 2.500 cajones.
Según un sondeo efectuado la semana pasada la mayoría de estos armadores ya habían completado el cupo para este trimestre en lo que hace a merluza. Y la nueva resolución que permite unir los dos últimos cuatrimestres sólo en un 15% de transferencia de cuota agitó más los ánimos que antes. “Parece que los trajes a medida solo son para la flota congeladora”, se quejó un empresario que sólo tiene un buque y le apuntó a la “distribución despareja” que se viene repitiendo en los últimos años.
Esta flota puede subsistir con la anchoita, que está comenzando a mostrar el mismo nivel de abundancia y calidad que el año pasado, pero hay momentos en que se siente la asfixia de no tener margen para mover hacia ningún otro recurso.
En las plantas esta falta de materia prima se siente. Quizás no tanto en las grandes empresas porque tienen varios barcos y cupo de sobra para alimentar los brazos activos en sus plantas o las cooperativas que cortan para ellos. Pero sí en las cooperativas que procesan para esos pequeños armadores.