CSAV: De salvada de la quiebra a socio controlador de Hapag Lloyd

Dic 10, 2014

Hapag Lloyd se convirtió en el cuarto mayor operador de contenedores a nivel mundial.

(Estrategia) Tras siete meses de espera, las autoridades de competencia de China dieron su aprobación a la fusión de los negocios portacontenedores de CSAV y Hapag Lloyd acordada en abril. Era el último paso que faltaba para materializar la unión, la que se concretó en Hamburgo el pasado 2 de diciembre.

Con la integración, Hapag Lloyd se convirtió en el cuarto mayor operador de contenedores a nivel mundial, con una flota de 200 naves y capacidad para 1 millón de TEU, un volumen anual de 7,5 millones de TEU transportados e ingresos combinados por US$12.000 millones.

A cambio de su negocio portacontenedores, CSAV recibió el 30% de la propiedad de la naviera alemana, avaluado en unos US$1.350 millones. Su participación subirá al 34%, luego que concurra, junto a Kühne Maritime, al aumento de capital por 370 millones de Euros (unos US$460 millones) que se realizará antes de fin de año. CSAV suscribirá el 70% (259 millones de Euros, unos US$320 millones) y Kühne Maritime el 30% restante (111 millones de Euros).

Con la fusión entró también en vigencia el pacto de accionistas suscrito entre los tres mayores socios de la naviera: CSAV, Kühne Maritime, y la Ciudad de Hamburgo, en virtud del cual constituyeron una sociedad común denominada Hamburg Container Lines Holding GmbH, con participaciones de 50% para Vapores y 25% para cada uno de los otros dos socios. El pacto tendrá –tras el aumento de capital– el 51% de la propiedad de Hapag Lloyd, con lo cual tiene derecho a nombrar a los seis integrantes del directorio elegibles por los accionistas.

La semana pasada ya se incorporaron a éste el presidente de Vapores, Francisco Pérez Mackenna y su gerente general, Oscar Hasbún. La figura a través de la cual se materializó la operación no sólo deja a CSAV como el principal accionista de la cuarta mayor naviera del mundo, sino que además pone a la compañía de los Luksic en una posición controladora.

Nada mal para una empresa que desde 2008, entonces en manos del grupo Claro, no ha parado de arrojar pérdidas, con la sola excepción del año 2010, y que en marzo de 2011 estaba técnicamente quebrada.

Pérdidas Tras Pérdidas
Con la crisis que se desencadenó en la industria naviera a nivel mundial en 2008 por la fuerte baja en las tarifas para transporte de carga de contenedores, dada la sobrecapacidad existente en el mercado, así como por el alza en el precio del petróleo, que representa un tercio de los costos en este negocio, Vapores –entonces controlada por el grupo Claro- experimentó un rápido deterioro de su situación financiera. En 2008 la compañía arrojó pérdidas por US$38,6 millones, las que incrementó a US$656,4 millones al año siguiente, para llegar al término de 2011 con un resultado negativo por US$1.249,8 millones. En 2009 las ventas de la compañía habían caído en un 38%, mientras la generación de Ebitda fue negativa en US$600 millones. En marzo de 2011, Arturo Claro, advertía al resto de los directores que la caja de la compañía alcanzaba sólo hasta abril. Para entonces el stock de deuda alcanzó a los $900.000 millones, registrando un aumento de 90,4% desde el cierre del ejercicio 2009, según informe de la clasificadora Feller Rate.

En ese escenario ingresa a la propiedad de CSAV el grupo Luksic, adquiriendo al grupo Claro un 10% de la compañía en US$120 millones. En sucesivos aumentos de capital por casi US$1.700 millones, en los cuales los Luksic aportaron a la compañía casi US$1.000 millones adicionales, fueron adquiriendo el 46% de la compañía que mantienen hasta el día de hoy, tomando el control directamente a comienzos de 2012, iniciando una crucial reestructuración del negocio con Guillermo Luksic Craig (Q.E.P.D.) en la presidencia y Oscar Hasbún en la gerencia general.

Uno de los primeros pasos que dieron fue separar de Vapores a la filial SAAM, que generaba utilidades, abriéndola posteriormente a Bolsa como empresa independiente. De ésta el grupo Luksic tiene hoy un 42,44%.

Entre las principales medidas que tomaron fue reducir el tamaño y los costos de CSAV, que a todas luces estaba sobredimensionada. Ya al cumplirse el año habían logrado bajarlos en un 50%. La flota de barcos se redujo en dos tercios, de 150 a 50 pero la carga transportada sólo en 35% gracias a la utilización de naves de mayor tamaño, y a la eliminación de rutas y servicios donde CSAV no tenía ventajas competitivas.

A la vez la compañía ganó en eficiencia con asociaciones estratégicas con otras navieras. Ello llevó a aumentar su volumen de operaciones conjuntas desde cerca de un 30% en 2011 hasta un 100% en la actualidad.

El tercer paso clave fue incrementar el porcentaje de flota propia. Cuando los Luksic tomaron el control, la compañía sólo contaba con un 8% de ésta, siendo todo lo demás naves arrendadas, pese a que operar un barco arrendado es 30% más caro que uno propio, y a que a nivel de la industria se considera que un 50% de flota propia es un nivel adecuado. A junio de 2014 las naves propias ya representaban al 29,8% de la flota y con la entrega de siete naves programadas a fines de 2014 e inicios de 2015, alcanzará niveles en línea con los de la industria.

Hapag Lloyd
Las sinergias anuales de la fusión llegarían al menos a US$300 millones, las que se proyectan alcanzar al 2017, como resultado de las optimizaciones de la red operativa de tráficos y servicios, mejoras en la productividad y reducciones de costos. Hapag Lloyd mantendrá su casa matriz en Hamburgo y el holandés Rolf Habben, quien asumió como CEO en julio pasado, seguirá a la cabeza de la naviera. La oficina regional de Hapag Lloyd para Sudamérica se queda en Valparaíso, y como gerente de ésta asume Andrés Kulka Kuperman, quien desde 2011 se desempeñaba como gerente Comercial y de Marketing de CSAV.

La Nueva CSAV
Para concurrir al aumento de capital en Hapag Lloyd, los accionistas de CSAV aprobaron en agosto un aumento de capital por US$400 millones mediante la emisión de 11.680 millones de acciones a un precio de colocación de $21 por cada una, la que fue inscrita en el registro de Valores de la SVS el 26 de noviembre pasado.

Según informó la propia compañía, los efectos financieros de la fusión en los resultados de CSAV ascenderán a una utilidad aproximada de US$510 millones, cifra que incluye una estimación de la participación de CSAV en el valor patrimonial de Hapag Lloyd y que dependerá de la contabilización que dicha empresa haga del negocio portacontenedores en diciembre en sus estados financieros. Estas ganancias serían distribuídas a los accionistas de CSAV, vía dividendos.

CSAV continuará desarrollando su negocio de transporte de vehículos, de carga refrigerada en naves cámara, de transporte de graneles líquidos como ácido sulfúrico, y de operador logístico a través de Norgistics y sus filiales, con Oscar Hasbún en la gerencia general. Considerando que el negocio de contenedores representaba un 90% de la compañía, operacionalmente ésta quedará reducida a una fracción de lo que era. De ingresos por US$2.202,4 millones a septiembre del presente año, pasa a ingresos por US$189 millones. Pero también deja atrás pérdidas por US$ 159,8 millones al tercer trimestre para anotar ganancias por US$10,7 millones en el mismo período. Será una compañía que para funcionar no requiere de más de 50 personas, pero cuyo principal activo es hoy la inversión en Hapag Lloyd, avaluada a mediados de año en US$1.350 millones.

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