La industria del mejillón de Chile, la segunda en importancia a nivel nacional y con exportaciones cercanas a los US$200 millones anuales, ha basado su crecimiento y desarrollo en la captación de semillas desde el medio natural. No obstante, esto no siempre es posible ya que, por ejemplo, en 2012 y 2013 se vivió una importante baja en la disponibilidad de semillas para engordar. Tanto así que el precio de un colector hace dos años llegaba a los $3000 y cuando el precio normal fluctúa entre los $800-$1200.
“El problema de esta situación es que, salvo tres o cuatro bancos naturales, los productores desconocen la ubicaciones de la gran mayoría en el mar interior”, dice la investigadora del Centro Acuícola y Pesquero de Investigación Aplicada (CAPIA) de la Universidad Santo Tomás, Dra. Ivonne Lee, y quien está dirigiendo el proyecto “Prospección, dimensionamiento y cuantificación de bancos naturales de mejillón chileno (Mytilus chilensis) en la Región de Los Lagos: Una metodología innovadora basada en el uso de equipamiento Multihaz y Backscatter para estimación de la población reproductora”.
Precisamente, la iniciativa que cuenta con financiamiento del FIC del Gobierno Regional de Los Lagos y donde participan los principales gremios mejilloneros del país y entidades como Sernapesca y Subpesca, busca desarrollar una herramienta efectiva que permita enfrentar un desafío que hoy, por suerte, no está ocurriendo y que es la escasez de semillas de este molusco bivalvo. ¿Cómo se logrará?
Software inteligente
“Es frecuente en la industria del salmón u otras actividad marítimas el uso de tecnología Multihaz para realizar batimetrías y levantamientos topográficos del fondo marino. Sin embargo, por su elevado costo y la falta de un desarrollo tecnológico, no es utilizado por la industria mitilicultura para determinar los bancos naturales de semillas”, dice Ivonne Lee y agrega que, “para explicarlo de manera simplificada, la tecnología de equipos hidroacústicos utiliza la física de la transmisión de ondas sonoras que viajan a través del medio acuoso a una determinada velocidad y frecuencia. Cuando esta onda choca contra un objeto, rebota. Entonces, estos equipos electrónicos están provistos de transductores que captan esta señal y permiten convertir el tiempo que se tarda la onda en volver, en distancia, entregando una serie de miles de puntos en una nube de coordenadas que son utilizadas por los programas computacionales para traducirlas en imágenes, con distintos rangos de precisión”.
Pero eso no es todo. La información recopilada por el Multihaz será llevada a un sofisticado programa llamado Backscatter que, con la ayuda de otras aplicaciones, permitirá integrar los datos recopilados para poder ir leyendo la imagen cualitativamente. “La idea es lograr un algoritmo que nos permita identificar la presencia de poblaciones de chorito en el fondo marino y con ello lograr el dimensionamiento del banco”, asevera Lee.
Esta innovadora iniciativa, que comenzó en noviembre pasado y que tiene una duración de un año, está en la fase de desarrollo ingenieril, para luego pasar a la calibración con fondos conocidos. “Para la UST, la idea de este proyecto es lograr un producto que sea patentable y que permita, en un corto tiempo y de forma económica, ser usado en iniciativas futuras para determinar los posibles bancos naturales de la Región de Los Lagos”.
Entre sus aplicaciones, además de conocer la ubicación de los bancos semilleros de mejillón, se encuentra la posibilidad de generar estudios que permitan conocer aspectos ecológicos de su dinámica, así como apoyar la generación de normativas por parte de las autoridades para asegurar su sustentabilidad. Todo con el objetivo de apoyar a un importante sector económico de la Región de Los Lagos y que da empleo a unas 17.000 personas en forma directa e indirecta.