Empresas noruegas solicitan 100 nuevas licencias en Chile

Dic 11, 2000

La compañía noruega Fjord Seafood solicitó 70 licencias de salmón en el sur de Chile, en tanto Austevoll Havfiske había solicitado otras 30 licencias, lo cual ocurrió por el establecimiento de una nueva compañía, Pacific Seafoods SA. De las solicitudes hechas para operar cultivos marinos, Fjord ya ha recibido la aprobación para seis de ellas. […]

La compañía noruega Fjord Seafood solicitó 70 licencias de salmón en el sur de Chile, en tanto Austevoll Havfiske había solicitado otras 30 licencias, lo cual ocurrió por el establecimiento de una nueva compañía, Pacific Seafoods SA. De las solicitudes hechas para operar cultivos marinos, Fjord ya ha recibido la aprobación para seis de ellas. Las 70 licencias son para operar en la XI Región de Aysén, «donde está el potencial para la producción de salmón, aunque el área carece de infraestructura. El crecimiento sólo ocurrirá con la ayuda de la tecnología noruega», dijo a Intrafish Thomas Kehler, fundador y gerente de Salmoamérica. Por su parte, la compañía Austevoll solicitó otras 30 licencias adicionales en el sur de nuestro país; la empresa tiene una una subsidiaria en Chile, Pacific Fisheries Group. Austevoll también está apuntando a la Región de Aysén y los planes de producción de Pacific Seafoods son de 2.000 a 5.000 toneladas por licencia. Si le conceden las 30, estará entre las más grandes del país y del mundo, con una producción de 150.000 toneladas de salmones. Sin embargo, es poco realista contar con la capacidad total, asegura Erling Møgster, quien también está a cargo de las inversiones de Austevoll en acuicultura chilena. Según indica, la compañía puede ampliarse a partir de cero en un muy corto espacio de tiempo. Mientras tanto, el tiempo de espera para la aprobación de las licencias es largo porque podría tomar de seis meses a cinco años. «No tenemos ninguna garantía de que ganemos la oferta», dijo Møgster. Agregó que «Austevoll Havfiske tiene muchos proyectos alrededor del mundo. Somos agresivos y también estamos observando las compañías chilenas de acuicultura ya establecidas. Pero no compraremos a cualquiera que tenga una etiqueta de precio de US$ 100 millones. Solamente compramos compañías que califican bajo las tres «b»: bueno, bonito y barato».

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