Los productores pesqueros de Chile y Perú acordaron un plan de acción conjunta ante la Unión Europea para frenar las limitaciones impuestas a la harina de pescado por el llamado mal de las “vacas locas”, según Cristián Jara, gerente general de la Sociedad Nacional de Pesca, Sonapesca, en noticia publicada en El Diario.
Los objetivos son lograr una diferenciación de las harinas provenientes de proteínas animales de aquellas que se elaboran a partir de productos del mar, con el fin de que los derivados de estas últimas sean declaradas libres de portar encefalopatía espongiforme bovina.
La entidad gremial chilena se reunió ayer con representantes de la Sociedad Nacional de Pesquería del Perú y expresó que, junto a ese país, están estudiando los cursos de acción a seguir. “Lo importante es que se conozcan las características del producto, porque creemos que se ha actuado con exceso de desinformación. Creemos indispensable realizar iniciativas para explicar que se cometieron errores que deben ser enmendados para no producir discriminación comercial”, dijo el gremio.
Ambos países –que concentran el 70% de las exportaciones de harina de pescado y que en conjunto envían 600 mil t anuales a Europa- también pedirán el respaldo del Consejo Consultivo de Industrias Pesqueras del Pacífico Sudeste, que conforman representantes de Ecuador, Colombia y Perú.
La iniciativa se suma a la misión realizada a principios de este año por un grupo de representantes de la Cancillería y del empresariado local, a cargo de Javier Zaldívar, que viajaron a la Unión Europea hace tres semanas para dar a conocer las ventajas de la harina de pescado en la alimentación de rumiantes y buscar revertir las restricciones aplicadas al producto.