En marcha ficohatchery de Fundación Chinquihue

Nov 13, 2000

Continuando con el desarrollo de la acuicultura artesanal en la X Región y con el objeto de generar un cambio tecnológico en el cultivo de pelillo, la Fundación Chinquihue, Puerto Montt, comenzó a operar en octubre pasado, un laboratorio de producción de esporas de algas o «ficohatchery». Este proyecto se inició en junio del año […]

Continuando con el desarrollo de la acuicultura artesanal en la X Región y con el objeto de generar un cambio tecnológico en el cultivo de pelillo, la Fundación Chinquihue, Puerto Montt, comenzó a operar en octubre pasado, un laboratorio de producción de esporas de algas o «ficohatchery». Este proyecto se inició en junio del año pasado y contó con aportes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, Fndr, y de Fundación Chinquihue. «Por ahora, la producción de algas está enfocada a Gracilaria chilensis, pelillo, ya que la mayoría de las organizaciones artesanales con las que Fundación Chinquihue se encuentra trabajando tienen autorización para el cultivo de esta especie. Sin embargo, la potencialidad del «ficohatchery» es para todas las algas chilenas que sean cultivables», dijo Javier Valencia, jefe de extensión de Fundación Chinquihue, y agregó que «durante los próximos dos o tres años vamos a estar exclusivamente dedicados al cultivo de Gracilaria, no descartando que a futuro iniciemos el cultivo de otras especies de algares de interés económico y de aquellas que sirven de alimento, por ejemplo, para el abalón y el erizo». El laboratorio fue levantado en dependencias de la misma Fundación, que fueron remodeladas y acondicionadas con la tecnología necesaria para su funcionamiento. El proyecto se inició ocupando cuatro estanques de cultivo de los 35 con que dispone actualmente.
Técnica de cultivo
Para el cultivo de Gracilaria a través de esporas, los bastidores, estructuras cuadradas de PVC, se colocan envueltas con cabos (cuerdas) en bandejas de esporulación y las plantas madres son ubicadas encima. La planta esporula, se producen las esporas, éstas se fijan en cada uno de los cabos y luego éstos son pasados a los estanques de cultivo. Una vez finalizada la etapa de cultivo en estanques, las cuerdas son traspasadas a los pescadores artesanales. «El propósito final es poder renovar las plantas actuales. Hoy en día las praderas están rindiendo alrededor de 17 t/ha al año. Con esta técnica, se ha probado que las praderas pueden llegar a rendir hasta 80 t/ha por año», sostuvo Javier Valencia. A fines del 2000, Fundación Chinquihue tiene contemplado iniciar tres cursos de capacitación de cultivo de Gracilaria por medio de esporas, a 20 pescadores artesanales en las comunas de Maullín, Calbuco y Puerto Montt, en la X Región, cursos que, durante el 2001, se extenderán a otras comunas.

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