En la ciudad de Quellón (Región de Los Lagos), la productora de salmónidos Los Fiordos tiene su planta para el procesamiento de salmónidos la cual, hasta hace unos años y como la mayor parte de la industria, era abastecida de la materia prima desde un centro de acopio que se encontraba a pocos metros en el mar. Sin embargo, y con el objetivo de disminuir sus impactos ambientales y asegurar la calidad de los ejemplares, la compañía quiso ir más allá y en 2009 apostaron por la construcción de un pionero sistema de acopio en tierra cuya operación se ha consolidado en el tiempo.
Al respecto, el gerente de planta Quellón de Los Fiordos, Alejandro Fierro, confirma que “nos consolidamos operando a plena capacidad desde enero de 2010 a la fecha. Hemos trabajado con las tres especies: salar, coho y trucha”.
Se puede destacar que la compañía cuenta con ocho piscinas de 540 m3 cada una, un canal de recirculación que conecta todas las piscinas, un sistema de filtro rotatorio que permite tratar el 100% de las aguas y una piscina de aireación para eliminación de CO2, además de un sistema de chiller para el enfriamiento total del agua y bombas de recirculación. “El acopio en tierra es pionero en la industria salmonicultora y permite trabajar bajo un sistema cerrado de agua”.
¿Por qué Los Fiordos decidió construir y utilizar este sistema, dejando de lado el centro de acopio que tenían hasta hace unos años?
Esto nació como una política de la empresa porque estamos comprometidos con la sustentabilidad de la industria. Se trata, principalmente, de una medida de control y bioseguridad ante los brotes y diseminación de cualquier tipo de virus. Los viveros de mar no tratan las aguas que utilizan y recepcionan peces de muchos orígenes. El riesgo de diseminar enfermedades es alto.
¿Cuáles cree que han sido las principales ventajas de este sistema?
Las ventajas son muchas. Por ejemplo, control sanitario y bioseguridad, porque impide la diseminación de agentes infecciosos para los peces y para los centros cercanos a nuestra planta. También permite la independencia de las condiciones climáticas para las faenas de cosecha, lo que asegura un entorno mucho más seguro para nuestros colaboradores. Además, evita el ingreso de los depredadores naturales. Finalmente, hay nulo impacto con el medio ambiente marino ya que el sistema asegura un adecuado tratamiento de las aguas que utiliza.