Frente a recientes operativos realizados por la autoridad, por la venta de cuatro toneladas de merluza austral de origen ilegal en el sector costero de Mehuín, Mariquina, así como la incautación de un camión en San Antonio con 1.000 kilos de pesca de origen ilegal, hace algunos días, la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Pesquera de la región del Biobío, Fesip, alerta que la extracción ilegal de productos del mar afecta de manera transversal a artesanales e industriales.
Su presidenta, Juana Silva, explicó que, como representante de los trabajadores de las plantas en las que se procesa el recurso marino para consumo humano, “estamos en contra de que se capture ilegalmente, ya que esta acción perjudica a peces como la merluza. Una mayor captura atenta contra el ciclo natural de reproducción y conservación. Llamamos a cuidar el recurso para tener un futuro en la pesca”.
“Como trabajadores, la pesca ilegal no nos conviene”, dijo el secretario de Fesip, Aldo Beroiz, quien destaca que “hay muchos actores y poca cuota, por lo que muchos salen a la mar de forma ilegal. Siempre hemos postulado como federación la promoción de un mayor ordenamiento en el mundo pesquero. En relación al recurso merluza, por ejemplo, esperamos que esta nueva Ley aborde esta regulación de forma seria”.
El tesorero de Fesip, Robinson Cárcamo, reconoció que el origen de la extracción ilegal está identificado en las regiones sexta y séptima, “allí es donde más se da la pesca ilegal”. Agrega que, en cifras, se sabe que la cuota asignada se multiplica de ocho a nueve veces con la captura ilegal. “Ya vemos el impacto que esto tiene, pues el recurso, así lo consignan los artesanales, ya no lo encuentran y el que existe está con un tamaño muy pequeño”, afirmó.
“La ley actual no castiga como se debe, las multas son blandas. Como representantes de los trabajadores creemos que hay falta de fiscalización, y cuando hay, los fiscalizadores son agredidos. La pesca ilegal es un tema complejo, histórico, y el gran mercado negro está en Santiago. Llamamos a terminar con las malas prácticas y al público, a tomar conciencia de cuidar este recurso, que está en estado de agotamiento. Comprar en el mercado negro es muy perjudicial”, comentó Robinson Cárcamo.
Cabe destacar que, hace recién un mes, la actual ley sufrió una modificación. El director de Fesip, Luis Muñoz, detalló que “de delitos pesqueros, siete son de la pesca ilegal y, con la modificación, ahora serán formalizados por fiscalía. El 14 de octubre se modificó la Ley general de Pesca y Acuicultura, específicamente el artículo 139, incluyendo la sanción de presidio menor a máxima. Es decir, la pesca ilegal, desde hace un mes, tiene pena de cárcel”.
Fotografía: Fesip