(Pulso) Un nuevo punto de desencuentro es el que enfrenta a Chile y Perú a menos de 48 horas de conocer el fallo con que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya zanjó el litigio marítimo entre ambos países.
La diferencia entre Santiago y Lima apunta al denominado triángulo terrestre, que se forma entre el Hito 1, ubicado en el paralelo 18° 21’ 03″, el Punto Concordia o 266, unos 260 metros al suroeste y la proyección marítima del paralelo.
El terreno que corresponde a aproximadamente 16.000 m2 abrió un nuevo foco de tensión, ya que, a juicio de Chile, el fallo del tribunal internacional, aunque no se pronuncia sobre el triángulo, deja zanjado el límite terrestre.
El propio Presidente Sebastián Piñera planteó la noche de este lunes en cadena nacional que «la confirmación por parte de la Corte, de que la frontera marítima comienza en el paralelo del Hito 1, ratifica el dominio chileno del triángulo terrestre respectivo».
Perú, por su parte, a horas de conocer el dictamen de la Corte planteó a través de su canciller, Eda Rivas, que tendrían costa seca, lo que generó un nuevo punto de tensión entre los países.
El Tratado de 1929 plantea que en caso de controversia el asunto debe ser zanjado por el Presidente de Estados Unidos.
Por ello es que para evitar la sensación de incertidumbres respecto del tema es que en la reunión que hoy tendrían en La Habana (Cuba) -en el marco de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-, Piñera y Ollanta Humala, el asunto sería el ingrediente central de la conversación.
El Mandatario chileno fue acompañado a Cuba de su sucesora, Michelle Bachelet, replicando el gesto que ella tuvo en 2010 cuando lo invitó a la cumbre del Grupo de Río.
El encuentro con Humala, sostuvieron fuentes diplomáticas, no estaría ausente de tensión por las repercusiones del fallo, pero por sobre todo concentrado en el triángulo terrestre.
«Al marcar el Hito 1 el buen sentido común y la buena voluntad de los países debiera hacer entender que aquí hay un cuadro que confirma la postura histórica de Chile, que ese triángulo forma parte de territorio chileno», dijo a Pulso el ex canciller Juan Gabriel Valdés.
En ese contexto es que la discusión se concentra ahora en si el fallo de La Haya marcó el punto final de los temas limítrofes pendientes con Perú o si el país vecino emprenderá nuevas acciones jurídicas en el futuro.
Pero ese no es el único foco que abre incertidumbre. Además, el proceso de implementación del fallo que se acerca podría generar complejidades. De hecho, ya hay versiones diferentes entre las autoridades peruanas. La vicepresidenta Marisol Espinoza puntualizó a radio Cooperativa que la implementación «es una tarea que ya nuestras cancillerías están coordinando», y el primer ministro César Villanueva planteó que «no se deben hacer negociaciones ni formar una comisión bilateral», y que Perú ya comenzó la implementación del fallo de La Haya.
Junto con ello, la interpretación en Santiago es que para ejecutar el dictamen Perú debería cambiar su legislación interna, ya que plantea que su mar territorial se extiende hasta las 200 millas náuticas y no hasta las 12, como lo plantea la Convención del Mar (Convemar).
«Con la sentencia de la Corte, y ajustes que los propios amigos peruanos vayan a hacer, se va a consagrar plenamente la vigencia de principios de la Convemar en lo que corresponderá a la Zona Económica Exclusiva peruana», sostuvo ayer el agente Alberto van Klaveren tras reunirse con Piñera en La Moneda, a quien le entregó una de las 20 copias del fallo que la Corte le dio a Chile.
Con todo, los primeros acercamientos formales para implementar el dictamen de La Haya se darán a partir de hoy en el encuentro de los mandatarios, pero ya habrían existido contactos telefónicos a nivel de Defensa, según relataron fuentes que conocen el proceso.