(La Tercera) Recientemente llegó a Chile Oscar Hasbún, gerente general de la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV). Su arribo fue junto a una delegación de la naviera alemana Hapag-Lloyd, encabezada por su gerente general, Rolf Habben Jansen. Ambos se reunieron con la prensa, pasadas las 13.00 horas, para dar la primera conferencia como empresas fusionadas.
“Es el final de un ciclo”, indicó Hasbún. No sólo sobre su reciente nombramiento como director de Hapag-Lloyd, sino también en referencia a los tres años que el grupo Luksic estuvo en la propiedad de la naviera, primero como dueños del 10% y hoy, con más del 54%, y que implicó una profunda reestructuración de la compañía.
Ahora el foco de la nueva empresa es trabajar unidos, indicó Habben Jansen. De hecho, en el logo de ambas compañías se lee la cita Better Together (mejor juntos) y las aspiraciones para la entidad fusionada, son altas.
Además de las sinergias proyectadas por US$ 300 millones, que se concretarían al 2017, Hapag-Lloyd quiere acortar la brecha con los primeros tres actores de la industria naviera mundial: Maersk, MSC y CMA.
A través del negocio con CSAV, Hapag ya aparece en el ranking de Alphaliner como la cuarta naviera del mundo, pero su gerente general se mostró convencido de que se puede lograr una posición aún mejor.
Eso sí, Habben Jansen descartó que se esté pensando en una nueva adquisición o fusión. “La prioridad es integrar la operación de ambas empresas”, indicó.
El ejecutivo de Hapag- Lloyd, enfatizó que la operación de una flota más moderna, junto con la complementariedad de las rutas que cada una opera, permitirá entregar una mejor red de servicios. Consultados sobre las perspectivas de la industria, dijo que si bien habrá cierto nivel de sobrecapacidad, está optimista del desempeño del sector naviero, tanto en fletes como en tarifas.