Inversión en I+D en Chile sube 4,4%, pero todavía es la más baja de la OCDE

Ene 30, 2017

Según cifras del Ministerio de Economía, en 2015 el gasto sumó más de $607.000 millones, lo que representa un 0,39% del PIB. Por su parte, el promedio en el organismo internacional es del 2,39% del producto.  

(El Mercurio) De los 35 estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo cinco países invierten menos del 1% del PIB en Innovación y Desarrollo (I+D): Polonia, Eslovaquia, Grecia, México y Chile.

Y de ellos, por lejos, el peor posicionado es Chile, donde el gasto llega al 0,39% del producto. Así quedó de manifiesto en la VI Encuesta Nacional sobre Gasto y Personal en I+D que elabora el Ministerio de Economía y que es llevada a cabo por el INE, tomando como referencia datos de 2015.

En términos concretos, los números muestran que si bien en 2015 el gasto subió 4,4%, hasta los $607.408 millones, todavía está muy lejos del estándar de los países OCDE -donde el promedio es de 2,38% del Producto Interno Bruto- o de potencias como Corea del Sur e Israel, donde supera el 4%. «Chile tiene que incorporar conocimiento a los bienes y servicios que produce, paso fundamental para alcanzar el desarrollo, y en ese proceso el Estado está cumpliendo su rol al financiar la I+D, pero necesitamos que los privados se sumen al desafío», comenta el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.

La autoridad hace hincapié en la alta gravitación que alcanza el Estado como fuente de financiamiento, algo que contrasta con los países desarrollados, donde las empresas doblan e incluso triplican la inversión pública en I+D. En el caso local, los datos muestran que en 2015 el sector público invirtió $258.734 millones -un 42,6% del total-, mientras que las empresas llegaron a $199.083 millones, equivalentes al 32,8%. «Vemos que el Estado sigue aumentando sostenidamente el financiamiento en I+D, pero necesitamos que sean los privados los que lo lideren, como ocurre en los países desarrollados. Si los privados invierten en I+D, se fomenta la competencia, lo que beneficia al mercado y a los consumidores. Con más competencia, las empresas deben usar la I+D para diferenciarse del resto o crear nuevos productos. Más innovación, menos colusión», apunta Céspedes.

En la misma senda, afirma que para incentivar la inversión en Innovación y Desarrollo en las empresas, el Estado ha implementado instrumentos como la Ley de Incentivo Tributario a la I+D, que busca promover una cultura más innovadora en las compañías chilenas, pero que aún no logra atraer a empresas suficientes. De hecho, desde el 2012, solo 288 empresas han postulado al beneficio, de las cuales han sido seleccionadas 235.

Lea acá la noticia publicada por El Mercurio.

 

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