Debido a su resistencia a las condiciones climáticas extremas, la corrosión, a los ataques de grandes depredadores, entre otros, las jaulas de cobre permiten mejorar las condiciones sanitarias, la productividad y la sustentablidad de la acuicultura. Chile no está exento de esto y se sitúa dentro de los principales productores de este tipo de materiales, los cuales cada vez generan más adeptos.
El director de marketing del Instituto Europeo del Cobre, Nigel Cotton, afirmó al sitio electrónico del Centro Europeo de Información del Cobre que "las redes de aleación de cobre para su uso en la acuicultura ofrecen un buen funcionamiento en condiciones extremas, además de contar con una vida útil más larga que las de otros materiales".
Cotton también destacó que a diferencia de materiales como el nylon, "el cobre y sus aleaciones son 100% reciclables sin ninguna pérdida de rendimiento. Además, el cobre reciclado se utiliza en la producción inicial de cualquier producto de cobre, reduciendo de esta manera las emisiones de CO2 en comparación con la construcción de las tradicionales redes de polímero".
En Chile, destaca el sistema impulsado por el consorcio tecnológico EcoSea Farming, que desarrolló jaulas de aleación de cobre para el cultivo de salmónidos.
El proyecto -que contó con el apoyo financiero de la Conicyt, a través del Programa Bicentenario de Ciencia y Tecnología, y de InnovaChile de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo)- está orientado a realizar actividades acuícolas en zonas expuestas a condiciones climáticas adversas. De acuerdo con sus impulsores, este sistema permite hacer frente al desafío de lidiar con el mal tiempo, debido a que estas jaulas permiten el cultivo de peces alejado de la costa (offshore), soportando olas de hasta 9 m y corrientes de hasta 4 nudos.
Es tal el alcance que ha tenido la iniciativa, que EcoSea ya se encuentra negociando con varios interesados en adquirir los sistemas de mallas con aleación de cobre, destacándose países tan diversos como Escocia, Noruega, China y Panamá; además de una compañía de Hawaii donde ya cerraron un contrato.
Producto de exportación
Europa no ha querido quedar fuera de la fabricación de este tipo de productos y ya se encuentra trabajando en un proyecto situado en Turquía, el cual toma como referencia los resultados obtenidos en estudios anteriores, como el llevado a cabo en el centro acuícola Van Diemen de Tasmania (Australia), donde se instalaron 30 jaulas nuevas fabricadas con mallas de aleaciones de cobre.
El consumo anual de productos del mar a nivel mundial se ha incrementado un 65% desde la década de los sesenta hasta alcanzar los 17 kg por persona en el 2010.
En particular, el salmón está a punto de sustituir al pollo en España y, de acuerdo con Agroterra, casi la mitad de los mariscos que se consume en tierras españolas provienen de la acuicultura.
Es así que según el Instituto Europeo del Cobre, "para satisfacer la demanda internacional manteniendo al mismo tiempo la alta calidad, el sector acuícola tiene que enfrentarse a tres retos: aumentar el volumen de la producción (en los últimos diez años se ha incrementado en un 71% y la tendencia continúa), la mejora de las condiciones sanitarias en los lugares de producción y la disminución del impacto ambiental (preservando el medio marino, reduciendo los residuos y respetando la biodiversidad)".
En la actualidad, se están utilizando redes de aleación de cobre para aplicaciones comerciales en Japón y Australia con resultados que solo sacan sonrisas entre las compañías que han decidido incorporarlas. Se estima que, en el futuro cercano, el potencial mercado para este tipo de sistemas significará aumentar la demanda de cobre a nivel mundial en más de 300 mil toneladas al año.
Fuente: AQUA