(La Tercera) “Lo que se trata acá es seguir conversando y buscando puntos de acuerdo”. Con esta frase, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, muestra la actitud adoptada por el Gobierno tras la reunión que sostuvo con los senadores de la bancada DC que, hasta ahora, impiden alcanzar un acuerdo al interior de la Nueva Mayoría en torno a la reforma laboral.
Y es que se esperaba que en este encuentro el propio Valdés y la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, convencieran a los senadores falangistas Andrés Zaldívar, Ignacio y Patricio Walker, Jorge Pizarro y Manuel Antonio Matta, de aceptar sus propuestas en materias como la extensión de beneficios, el no reemplazo en huelga y la negociación interempresa, materias consideradas fundamentales dentro del articulado. Sin embargo, éstas no habrían dejado conforme a los parlamentarios.
“Más que identificar puntos (de divergencia), tenemos que identificar soluciones que convoquen a los parlamentarios. Tenemos que buscar una combinación que junte el número más amplio posible de votos y que además no se mueva de los ejes principales que tiene esta reforma”, agregó Valdés en un punto de prensa realizado en conjunto a la titular del Trabajo.
El presidente de la DC, Jorge Pizarro, reconoció tras dicho encuentro que están buscando un acuerdo “de manera de terminar con una reforma laboral equilibrada, que fortalezca al movimiento sindical, que genere buenas negociaciones colectivas y que sea bueno para la empresa”.
El parlamentario admitió que estaban a favor, por ejemplo, en la reposición de la indicación que permite a los empleadores realizar las “adecuaciones necesarias” durante una huelga, propuesta que el Ejecutivo habría descartado. Pero, advirtió: “podemos buscar una fórmula y eso es lo que estamos trabajando con el gobierno”.
En este sentido, Pizarro admitió estar “convencido” que la inclusión de una enmienda en esa línea no implica permitir de forma “encubierta” el reemplazo interno como plantean algunos senadores.
Del mismo modo, este grupo de senadores falangistas insisten en la posibilidad que el empleador pueda extender los beneficios de la negociación colectiva a los trabajadores no sindicalizados y que las empresas no se vean obligadas a negociar con representantes de sindicatos interempresas como plantea actualmente el proyecto.
Plazos
De acuerdo a lo expresado por Valdés y Rincón, el Ejecutivo insistirá en lograr un acuerdo transversal al interior de la Nueva Mayoría hasta la próxima semana. En caso que así sea, el proyecto volvería a la Comisión de Trabajo del Senado para la redacción de un informe complementario que incluya los eventuales cambios y que además evite llegar a una comisión mixta.
Esta posición es compartida por el presidente de dicha instancia, el senador PS Juan Pablo Letelier. “Todos sabemos que estamos en una etapa muy importante para construir un acuerdo sólido. A la vez, viene a garantizar que evitemos la comisión mixta, es decir, que lo que hagamos en el Senado sea acogido por la mayoría de la Cámara de Diputados”.
Sin embargo, al interior de la Nueva Mayoría es un “secreto a voces” que las diferencias existentes en el oficialismo llevarán la discusión más allá del 31 de enero, plazo autoimpuesto por el gobierno para que el proyecto sea despachado por el Congreso.
En tal sentido, el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana dijo que “hace casi una semana dijimos en Cerro Castillo que esta discusión estaba agotada y en condiciones de zanjarla y resolverla. Creo que sería completamente artificial prolongar esta discusión hasta marzo”.
No obstante, desde la DC no ven con malos ojos que la discusión exceda más allá del año legislativo que termina la próxima semana. “La discusión no es si la reforma laboral se aprueba en enero o marzo, sino cómo aprobamos una buena reforma laboral”, reconoció Ignacio Walker.