Marcelo Campos: “La salmonicultura gasta US$1,3/kg solo en cumplimiento de normativas»

Ene 20, 2017

Durante su exposición, Marcelo Campos llamó a tener una regulación acorde con las necesidades de la actividad y que, por cierto, reconozca las diferencias existentes entre especies, zonas geográficas y ambientes

Lámina presentación Marcelo Campos.El “movimiento telúrico” que causó la llegada del virus ISA en la industria del salmón, hizo que los productores de peces entraran en pánico y las autoridades gubernamentales sobrerreaccionaran. Esto desencadenó en la generación de “nuevas y complejas normativas, se terminara cambiando el escenario productivo, se debiera aumentar la inversión y los costos se dispararan”, expresó el gerente general de Acuasesorías, Marcelo Campos, durante el tercer día del VI Congreso Nacional de Acuicultura que se celebra en la ciudad de Viña del Mar (Región de Valparaíso) y que finaliza mañana viernes 20 de enero.

Pero en qué se tradujo todo lo anterior. A juicio del biólogo marino, “puedo decir con certeza que la acuicultura chilena se transformó en la actividad más regulada del país”. Dentro de los cambios más visibles se encuentra la publicación de, por ejemplo, una serie de reglamentos y programas sanitarios. Entre los menos evidentes por la ciudadanía, existe una tendencia “hacia la concentración de la siembra y cosechas, aumento en los costos de producción y una mayor demanda por servicios”, apuntó Campos. Más ocultos aún es que los productores de peces deben desembolsar hasta US$1,3/kg “solo en cumplimiento de normativas”, relevó el ejecutivo de Acuasesorías, detallando, además, que una piscicultura de trucha pan size, “que casi es una actividad de pequeña escala, debe gastar casi $17 millones de pesos en trámites regulatorios. Esto es extremadamente alto”, consignó Campos quien –como es obvio– se demostró totalmente a favor de una normativa que apunte a la sustentabilidad de la actividad, “pero esta debe preocuparse más de los beneficios que de los costos”.

Lámina presentación de Marcelo Campos.Es por ello que el llamado que ejerció Marcelo Campos durante su exposición es a tener una regulación acorde con las necesidades de la actividad y que, por cierto, reconozca las diferencias existentes entre especies, zonas geográficas y ambientes. “Si no resolvemos los problemas normativos iremos por un muy mal camino”, finalizó.

Acuicultura nutritiva

Una vez más, el consultor internacional de FAO en Chile, Dr. Roberto de Andrade, recalcó la importancia que tiene la acuicultura para el bienestar de la humanidad. Y lo anterior se relaciona mucho más allá con que esta actividad está llamada a suplir el déficit por proteínas marinas que se prevé existirá de aquí a 2030 y que se calcula en 30 millones de toneladas producto del mayor número de habitantes que tendrá el planeta.

Por un lado, la acuicultura resuelve de buena manera la seguridad alimentaria, es decir, provee de alimentos inocuos y nutritivos. Por otro, “es una fuente de micronutrientes que nos ayudan a combatir algunos de los pilares que se ha propuesto la FAO: la desnutrición y obesidad”, expuso de Andrade, agregando que los productos del mar son esenciales en la alimentación de niños de entre 0 y 5 años.

“Pero hoy la actividad acuícola está compitiendo con una serie de otras actividades. Tenemos que trabajar para que tenga una expansión y desarrollo a través de un ordenamiento del territorio que permita la conservación y el uso de la biodiversidad con la finalidad de garantizar los servicios ecosistémicos y la producción de alimentos de forma sostenible”, apuntó el representante de la FAO.

La potencialidad de las algas

Una de las especies hidrobiológicas que cumple de mejor forma con el concepto de la FAO son las algas. Tienen un alto componente nutritivo, no requieren de grandes inversiones para su producción e, incluso, sirven de biorremediadores de los ambientes acuáticos. Un wi- win por donde se las mire.

Precisamente, el encargado de exponer los beneficios y oportunidades que entregan las “plantas acuáticas” fue el director del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la UNAB, Dr. Cristián Bulboa, quien realizó un completo repaso por algunas de las más de 444 especies de algas que tiene Chile a nivel continental (hay que sumar varios cientos más si se consideran las islas o el territorio antártico).

Si bien la mayoría presenta potencialidades económicas, nutritivas y sociales, el especialista reconoció “que no las hemos estudiado en profundidad. Quizás acá tenemos la cura para el cáncer o insumos para la nutrición de los niños”, aseveró Bulboa, quien resumió lo anterior con que “no podemos proteger ni utilizar las algas sino las conocemos”.

De todas formas, el especialista que ha trabajado o apoyado varias experiencias a lo largo del país con el objetivo de producir las algas, vio como positivos avances la reciente publicación de la Ley de Repoblación de Algas y la próxima Política Nacional de Algas.

Se puede destacar que la jornada de ayer también consideró la exposición de diversas investigaciones científicas realizadas en el país, las que serán abordadas en la próxima edición de AQUA.

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