Como consecuencia de la propuesta del gobierno noruego de un impuesto sobre los recursos del 40% a la salmonicultura local, llegando a un total de 62% en imposiciones, Mowi hizo un anuncio en el cual cancela la adquisición de 914 toneladas de MAB por un valor total aproximado de USD $17.5 millones, debido a que con el aumento de las imposiciones, ya no puede justificar el precio de compra.
En el comunicado, Mowi expresó que aconsejan “respetuosamente al gobierno que reconsidere su propuesta de impuesto a los recursos. La industria de la acuicultura es de gran importancia para el futuro de Noruega y está en el mejor interés de la nación verla crecer; sin embargo, esta propuesta dañará gravemente la capacidad y la voluntad de realizar inversiones. Una tasa impositiva del 62% pondrá fin a muchos planes de inversión significativos a lo largo de la costa noruega, lo que conducirá no solo a menos empleo a nivel local, sino también a una desviación masiva de fondos lejos de las comunidades costeras”.
“Mowi es una empresa global y el cultivo de salmón no está limitado por la geografía: puede tener lugar en el mar y en tierra en cualquier parte del mundo, cerca de sus principales mercados. Si el parlamento aprueba la propuesta del impuesto del 62%, la industria acuícola noruega se enfrenta al mayor revés en sus 50 años de historia y, con el tiempo, Noruega perderá su posición de liderazgo en la acuicultura frente a otros países”, añadieron desde la salmonicultora.
Por su parte, Lerøy Seafood Group, anunció a través de su página web que en 2022, hizo una compra de 614 toneladas de biomasa máxima permitida (MTB) por un valor total de aproximadamente USD $11,8 millones, la cual se ha decidido cancelar.
Desde la empresa comentaron que “la propuesta de introducir el impuesto sobre la renta de la tierra y, por lo tanto, aumentar la tasa impositiva del 22 % al 62 %, crea condiciones marco injustificables para la industria en Noruega y cambia las oportunidades y los incentivos para inversiones distintas del mantenimiento. Lamentablemente, todas las nuevas inversiones importantes en la cadena de valor del grupo en Noruega deben suspenderse en espera de la decisión del Storting. La junta ha decidido hoy detener una inversión ya iniciada en una mayor capacidad de procesamiento, una gran cantidad de aproximadamente USD $40,2 millones en Skjervøy, en Troms”.
El director General del grupo, Henning Beltestad, comentó que «la industria de la acuicultura noruega es algo tan único como la producción de alimentos competitiva a nivel mundial, sustentable desde el punto de vista ambiental y climático y financieramente sostenible. Noruega debe asumir la responsabilidad, sobre todo en estos tiempos, y seguir facilitando la producción de alimentos para la población mundial. Durante varias décadas, esta industria de distrito descentralizada ha construido una cadena de valor única basada en la competencia y la voluntad de asumir riesgos. Esta cadena de valor tiene un gran potencial para un mayor desarrollo, pero luego la gerencia nacional debe trabajar junto con nosotros y contribuir a la previsibilidad y las condiciones marco sólidas. La propuesta de impuesto a la renta del suelo detendrá el desarrollo de la cadena de valor de la industria y, por lo tanto, reducirá todos sus efectos dominó directos e indirectos a lo largo de la costa”, concluyó.
Fotografía: Akva como contexto