San Vicente Terminal Internacional (SVTI) evaluó positivamente que se haya decidido licitar el Puerto Talcahuano en el 2007. Porque si el terminal se concesiona, se sincerarían los precios, ya que, actualmente, allí no se paga arriendo por el uso de muelle, mientras SVTI entrega, aproximadamente, US$ 2 al fisco por cada t que mueve.
Lo dijo el gerente general de SVTI, Felipe Barison, desestimando con datos en mano que el concesionamiento de San Vicente (VIII Región) haya provocado desempleo, una de las razones que los detractores de licitar Talcahuano esgrimen.
Al adjudicarse el puerto en el 2000, el consorcio comenzó a trabajar con 128 empleados, mientras que ahora, a seis años desde entonces, emplea en forma directa a 600. Los trabajadores marítimo-portuarios (labor a bordo) son entre 200 y 220, a quienes les aumentaron los turnos mensuales de 3.300 a 6.700 en el periodo.
Por algo el 2006 ha sido un excelente año para el puerto respecto de la carga de trabajo. Han movilizado muchos contenedores, básicamente con carga forestal, pero también salmónidos y productos agropecuarios, según lo publicado ayer en el diario El Sur.
Un factor que ayuda es que en este puerto los contenedores se consolidan al lado del muelle”, o sea dentro del recinto portuario lo que facilita y abarata el trabajo a los exportadores.
Un dato interesante, destaca Barison, es que los barcos son cada vez más grandes, de hasta 270 m de eslora y les están sacando las grúas para agrandarlos.
De ahí que el puerto se ha equipado para mover carga, este año con ocho grúas portacontenedores por US,5 millones y compró siete tractocamiones con su respectiva rampa (la flota era de 27), para el movimiento de contenedores.
Además, a principios de febrero estará operando una cuarta grúa móvil, “un monstruo”, según los ejecutivos, la más grande en su tipo en la costa oeste de Sudamérica con capacidad de hasta 140 t de levante. Costó US$ 3,5 millones en Austria.
Seguridad y producción operan entrelazadas
Hacer cumplir las reglas del Código Internacional para la Protección de los Buques e Instalaciones Portuarias, vigilar el buen manejo de cargas peligrosas, como los fertilizantes, y cuidar que los operarios resguarden su seguridad personal son parte de las responsabilidades del superintendente de Seguridad y oficial de protección de SVTI, Oscar Valenzuela.
Se apoya en 22 personas de personal fijo y 10 que operan con contratista, un circuito cerrado de televisión, 42 cámaras de vigilancia, un equipo móvil, una brigada de emergencia, que “nos permiten asegurar las cargas que entran y salen del terminal”.
El superintendente de Contenedores, Luis Chávez, comentó que la incorporación de un equipo sofisticado ha sido necesaria para mover contenedores, porque sería imposible hacerlo “a mano” con los rendimientos que el mercado exige actualmente.
Cifras
SVTI tiene un 30% de participación en el mercado portuario regional, y destaca en la transferencia de contenedores, ya que con 385 a 400 naves atendidas en el 2006, donde el 70% es de contenedores.
Este año agregaron como clientes a dos de los pesos pesados mundiales en el tema, Hapag Lloyd y China Shipping. De ese modo, el 2006 lo cerrarán con sobre 4,1 millones de movilización y proyectan crecer 8% en el 2007. Han llegado a atender 24 mil contenedores en un mes, atender 39 barcos en el mismo lapso y mover 60 contenedores por hora, en algunos casos. Su cargas break bulk y graneles se mantienen en volúmenes históricos.
Los ejecutivos de SVTI dicen que de las autoridades esperan la ejecución de proyectos relacionados con conexiones como ruta interportuaria y accesos como el nuevo puente, que se está proyectando hacia el sector Coronel.
Es importante que el Gobierno no dilate estos planes, recalca Barison, pues “por mucha capacidad que uno vaya generando, si los camiones tienen problemas de acceso el sistema completo baja en capacidad. Hemos visto poco empeño de parte de las autoridades por sacar adelante estos proyectos”.
La conexión de los puertos en Talcahuano mismo es algo que demanda no sólo SVTI, sino que todos los operadores y la comunidad.