Perú espera mantener en el 2007 su volumen de producción y exportación de harina de pescado, el mayor en el mundo, frente al resultado de este año que cayó drásticamente debido a menores recursos en el mar, dijo el principal gremio empresarial del sector.
Según lo publicado en Reuters, el país andino cerrará este año con una producción de 1.365.000 toneladas de harina de pescado, un 32% menos que en el 2005, según estimaciones del gremio pesquero.
La previsión para el 2007 está sujeta al comportamiento y a los efectos del fenómeno climatológico conocido como El Niño, un calentamiento de las aguas en el Océano Pacífico cuyos expertos afirman que ya se inició y podría ser moderado.
La temperatura alta en el mar aleja o profundiza a la anchoveta (Engraulis ringens), base para la elaboración de la harina del pescado.
«Hasta el momento tenemos información de que el fenómeno de El Niño será moderado en el 2007 y, de mantenerse así, las condiciones pesqueras podrían ser iguales o parecidas a la de este año,» precisó el presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería de Perú (SNP), Raúl Sánchez.
En el 2006 el recurso anchoveta se contrajo respecto del año pasado por una anomalía climatológica que afectó el desove de la especie marina y redujo su biomasa en el litoral peruano.
Eventos pasados de El Niño han causado intensas lluvias en Sudamérica y este de África, sequías en el sudeste de Asia y suaves temperaturas invernales en el norte de Estados Unidos y Canadá, asestando un duro golpe a las economías de países en desarrollo y de precaria infraestructura.
Las exportaciones pesqueras de Perú se explican principalmente por las de harina de pescado, que representan un 66% del total de los envíos pesqueros, debido a la abundancia del recurso anchoveta en el litoral.
«En el 2006 se pescaron cerca de 5,9 millones de toneladas de anchoveta. La cantidad del próximo año se conocerá en los primeros meses del próximo año, luego de las evaluaciones que viene realizando el (estatal) Instituto del Mar del Perú (Imarpe),» detalló Sánchez.
Precios altos y el atún
Perú extrajo en el 2005 algo más de 8 millones de toneladas de anchoveta, pero la caída de los desembarques en el 2006 no se reflejó en la cifra de las exportaciones debido al aumento del precio internacional de la harina de pescado.
Se estima que el valor de las exportaciones de harina de pescado subirá este año un 1%, frente al del 2005; en tanto el valor de todas las exportaciones pesqueras de Perú -que incluye conservas, congelados y aceites- avanzaría un 9% al cierre del 2006, a US$ 1.776 millones, un 8% del total de ventas al exterior de Perú.
«El precio de la harina de pescado es de US$ 1.000 la tonelada, en promedio, pero este año hubo picos de US$ 1.300 en algunos embarques. Si la producción de harina se mantiene en el 2007 similar a la del 2006, lo más probable es que el precio de la harina también se mantenga,» refirió.
Si bien las exportaciones peruanas de productos elaborados como conservas subirían un 82% este año, aún tendrían mayor espacio de crecimiento, pues los principales recursos utilizados para esta industria son el jurel y la caballa, a pesar de la existencia de atún en la costa norte de Perú.
«No hay flota atunera en Perú, pero sí hay infraestructura para procesar la especie. Si sale un proyecto de ley en el Congreso (sobre el tema), traerá beneficios para que se pueda procesar el atún en el país,» explicó Sánchez.
Una comisión del Congreso de Perú aprobó esta semana una iniciativa para promover la extracción del atún, permitiendo incluso que naves extranjeras como de Ecuador no paguen impuestos por su desembarque del productos en costas peruanas.
Sánchez sostuvo, basándose en el proyecto, que el desembarque de atún recibiría el tratamiento de una importación, con los mecanismos actuales establecidos por ley.
El desembarque de atún «sería una importación no sujeta a impuestos, pero sí a aranceles. En el caso de naves de bandera ecuatoriana, no se pagaría aranceles (debido a acuerdos comerciales ya existentes),» agregó Sánchez.
Otra de las medidas del proyecto se refiere a que la embarcación extranjera podría reabastecerse de combustible, una vez descargado el producto, con un precio exonerado del impuesto a las ventas y del impuesto selectivo al consumo.