Tras las diversas manifestaciones y protestas que piden la renuncia de la Presidenta de Perú, Dina Boluarte, el adelanto de elecciones y una eventual nueva constitución; una de las regiones más afectadas con esta agitación han sido las regiones de Puno, Cusco y Madre de Dios.
El impacto ha sido tanto en el turismo, como también en el ámbito comercial, como en el productivo, porque se ha paralizado la región debido al cierre temporal de vías, fronteras y aeropuertos.
En este contexto, la actividad acuícola no ha quedado ajena del impacto del conflicto que se vive, ya que los productores de trucha de Puno están sufriendo los efectos negativos en la producción y comercialización, resultando con pérdidas económicas abismantes.
Según el presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Asociación de Exportadores (ADEX), José Ernesto Muñoz, más de 1.300 microempresas dedicadas a la producción y comercialización de trucha, pertenecientes a las comunidades y pobladores de las zonas alrededor del lago Titicaca, están en riesgo de sufrir pérdidas irreparables si el bloqueo de carreteras iniciado en diciembre del 2022, no se soluciona pronto.
Aunque la actividad acuícola de la truchicultura ha sido poco difundida, es muy relevante para la economía de Puno. En este sentido, “el riesgo económico para los pequeños productores no es menor, pudiendo perder más de S/ 300 millones”, destacó José Ernesto Muñoz.
El representante de ADEX, enfatizó que este monto no corresponde a ganancias ni a utilidades, sino a la inversión realizada en la compra de alevines y en la adquisición de alimento balanceado. “Es dinero de ahorros, préstamos y al esfuerzo de muchos años, y hoy están nadando en las balsas jaulas ubicadas en las aguas del lago”, puntualizó Muñoz.
El presidente de la organización, detalló que en el lago Titicaca se producen anualmente 30 mil toneladas de trucha y debido a los bloqueos asociados a las protestas en el sur del país no hay ingreso del alimento balanceado, obteniendo como consecuencia la pérdida de peso y debilitamiento de los peces.
“No se descarta que una cantidad importante de productores sufra la mortalidad de los peces y que deban invertir más para apoyar la recuperación de los sobrevivientes que estarán malnutridos. Los costos de producción se elevarán y se reflejarán en el precio final, afectando al consumidor”, realzó José Ernesto Muñoz.
Desde ADEX señalan que la situación actual de los truchicultores del sur es extrema porque no tienen la posibilidad de cosechar y comercializar su producción, provocando un impacto directo en el ingreso de sus familias.
Adolfo Alvial, director ejecutivo Orbe XXI y consultor internacional que participó como responsable de la coordinación del proceso y redactor de los diversos documentos de la nueva Política Nacional de Acuicultura de Perú (PNA), reafirmó lo expresado por el presidente de ADEX y aclaró que “las pérdidas ya alcanzarían los 80 millones de dólares dando cuenta de la gravedad del impacto en las zonas de mayor producción de trucha”.
Por esta razón, desde el Comité de Pesca y Acuicultura de ADEX realizaron un urgente llamado a todos los actores involucrados en esta crisis, para que piensen en los daños irreparables que se están produciendo y se pregunten y propongan las posibles soluciones.
La truchicultura de exportación y subsistencia
Aunque la acuicultura se ha desarrollado aproximadamente por unos 50 años en Perú, solamente en la última década se ha visto un crecimiento sustancial, impulsado especialmente por la trucha.
Al respecto, Adolfo Alvial, enfatizó que la trucha ha pasado a ser la especie que lidera por lejos la producción e ingresos de la acuicultura de Perú, sosteniendo el crecimiento sectorial del último decenio. “En 2021 alcanzó a 54.000 ton, concentrándose más del 65% de la producción en las zonas altoandinas, particularmente en el departamento de Puno”.
El representante de Orbe XXI, destacó que la mayor parte de la producción se consume en el propio país a diferencia de lo que sucede en Chile, por ejemplo.
“Tanto en las inmediaciones de los lugares de crianza en zonas altiplánicas y sierra donde es importante en la seguridad alimentaria, como en grandes ciudades, hasta donde llega desde empresas de mayor tamaño que pueden sortear los desafíos logísticos. En consecuencia, ha sido importante para micro productores de subsistencia, así como para empresas que abastecen el mercado nacional y extranjero”, expuso Adolfo Alvial.
En la actualidad, micro y pequeños productores locales enfrentan grandes desafíos en la producción y comercialización de la trucha. “La transferencia de tecnología en producción y el procesamiento y logística constituyen los desafíos fundamentales. Ello les permitiría alcanzar mayores niveles de eficiencia, abastecer con productos de mejor calidad a las comunidades locales y ampliar su radio de distribución. En este sentido, el apoyo para instalación de plantas de proceso compartidas, cámaras frigoríficas y transporte adecuado, permitirían a productores asociados dar este paso importante”, explicó el consultor internacional.
Por otro lado, Alvial, indicó que los medianos y mayores productores requieren de un desarrollo más acelerado de proveedores de infraestructura, equipos, insumos y servicios que contribuyan a mejorar su productividad y sostenibilidad, profundizando su expansión en mercados nacionales y extranjeros.
“Una mejor coordinación de los organismos reguladores y fiscalizadores regionales y nacionales favorecería también la competitividad de la industria, así como iniciativas integradas en Investigación, desarrollo y formación de capital humano”, aseveró el representante de Orbe XXI.
Impacto de las manifestaciones
Si bien las manifestaciones han disminuido en gran parte de Perú, originadas por la destitución del ex presidente Pedro Castillo, tras su intención de disolver el congreso en diciembre de 2022, las regiones sureñas de Puno, Cuzco, Ayacucho, Apurímac y Arequipa continúan siendo el epicentro de constantes enfrentamientos, bloqueos de carreteras, cierre de aeropuertos y movilizaciones de la comunidad en la calle.
Estas regiones forman parte de la denominada sierra sur de Perú y en ellas habita mayoritariamente la comunidad quechua hablante dedicada en gran parte a la agricultura, quienes apoyaron la llegada a la presidencia del ex mandatario Pedro Castillo por considerarlo uno de los suyos, así señalan expertos en política sobre el conflicto en Perú.
Por esta razón, tras lo acontecido en el Gobierno peruano, manifestantes del sur del país piden la renuncia de la nueva presidenta Boluarte, la disolución del poder legislativo y nuevas elecciones para las que aún no hay fecha.
Respecto a las características económicas de la región de Puno, se visualiza que gran parte de la población de la pequeña empresa y sectores productivos en ese momento se encuentran sosteniendo con sus ahorros para poder subsistir.
Recientemente, la Cámara de Comercio y la Producción de Puno (CCP) señaló a los diversos medios de comunicación peruanos que en el sector comercio, más del 50% de los negocios formales ha quebrado, mientras que otros han tenido que reinventarse y cambiar de rubro.
Desde esta institución señalaron que esta región presenta la mayor incidencia de protestas sociales con bloqueo de vías de comunicación y pérdidas económicas que se estiman en 450 millones de soles diarios
Por otra parte, la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), señaló que en Puno las pérdidas también se han manifestado en el desarrollo del turismo, ya que, indican se estaría perdiendo alrededor de 791 mil soles diarios por las manifestaciones provocando que muchos comerciantes pierdan sus negocios y se declaren en quiebra.
Según el último Reporte de Conflictos Sociales N° 227 elaborado por la Defensoría del Pueblo Perú y dado a conocer ayer 15 de febrero de 2023, se han registrado hasta la fecha 60 muertes en enfrentamientos entre civiles, policías y militares.
El informe indicó que durante enero de 2023 se han registrado 1261 acciones colectivas de movilizaciones siendo la cifra más alta desde que inició el registro de protestas. De este total, el 86.7 % (1093) están relacionadas al conflicto vinculado a la crisis política y se desprende que de estas, el 38.4 % fueron movilizaciones, el 20.3 % corresponden a bloqueos de vías, y el 17.1 % fueron concentraciones del momento.
Fotografías: ADEX