La Asociación de Industriales Pesqueros de la VIII Región (Asipes), diseñó un proyecto que busca aprovechar las características propias del puerto de Talcahuano e integrar la actividad pesquera como un atractivo turístico. Todo en medio de la polémica surgida en los últimos días respecto a las presiones de la Empresa Portuaria de Talcahuano de aprovechar la modificación al plan regulador de esa comuna porteña, para que La Poza sea destinada a proyectos inmobiliarios, con lo que las industrias de la zona podrían dejar de contar con su tradicional centro de descarga en ese sector.
El proyecto de las pesqueras implica una inversión de $ 1.200 millones y consiste en remodelar el área que actualmente ocupan en concesión todas estas empresas en el sector de Molo Blanco, incorporando superficies que no están concesionadas a este gremio, con el fin de agregar áreas de recreación y esparcimiento con el terminal de descarga pesquera.
De acuerdo con la información entregada por el gremio industrial, y publicada hoy en el Diario Financiero, el trabajo plantea cuatro líneas de desarrollo. La primera de ellas consiste en recuperar un amplio espacio para la ciudad de Talcahuano en el Malecón Blanco Encalada, generando una plaza cívica que se construirá a un costado de la Avenida Blanco, integrándose directamente con el mar en la intersección con el eje de calle San Martín.
El segundo objetivo plantea que las descargas pesqueras se rediseñarán de manera uniforme en cuanto a tamaño y colores, a fin de hacerlas armónicas con el entorno propuesto. Un tercer elemento busca rediseñar todo el borde costero desde El Molo Blanco hasta la puerta de Los Leones, con un proyecto paisajístico que uniforme los jardines y el espacio que da al mar.
Las pesqueras que operan en la zona descrita entraron en conflicto luego de que en el nuevo plan regulador de la comuna se destinaran estos sitios a proyectos inmobiliarios, donde se incluirían una serie de tiendas comerciales y un supermercado. Así, las empresas amenazadas por este cambio -que realizan sus descargas en la zona, y tienen plantas procesadoras en las cercanías- son Bío Bío, El Golfo, San José, Itata, Camanchaca, Alimar, Landes y SPK.
En Asipes alegan que el término de la concesión que manejan en el borde costero significaría un impacto negativo para cerca de 1.300 personas que se desempeñan en las 160 lanchas cerqueras y seis naves arrastreras que descargan en ese lugar, sin considerar que un número importante de personas se desempeñan en labores de descarga, transporte y reparaciones.