(www.revistanuestromar.cl) El mes de marzo, la edición papel de Revista Nuestro Mar publicó un artículo que daba cuenta de un posible interés de San Antonio de ingresar a la industria de los cruceros. La posibilidad, que aún es una idea vaga basada en la reconversión del Borde Costero norte de esa ciudad una vez que finalice la concesión de Puerto Panul en el 2029, no deja de preocupar en la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV). Así lo manifestó su gerente general (i), Gonzalo Davagnino, quien se refirió a los eventuales retrasos en los que podría caer la construcción del nuevo terminal de pasajeros del puerto (VTP).
Por eso, el alto ejecutivo de la portuaria estatal hizo un llamado a “pensar en Valparaíso” a quienes deben tomar las decisiones relativas a los permisos que requiere la obra, cuyo costo de inversión bordeará los US$ 8 o 9 millones.
“Esto es un tema de obtener los permisos para comenzar a trabajar. El mensaje es que la gente entienda que no podemos demorarnos, porque Valparaíso hoy ha logrado algo tremendamente importante, que es recuperar a una de las principales compañías que es la Norwegian Cruisse Line que vuelve con más recaladas y pasajeros. Entonces, si el Gobierno ha reducido impuestos de faro y balizas y ha permitido el funcionamiento de casinos, se hacen visitas a Miami para tener reuniones con armadores y operadores, no podemos demorarnos por un permiso”, dijo Davagnino.
“Sin pan ni pedazo”
“Si no somos capaces de entender este mensaje es muy difícil. El riesgo que tenemos es que San Antonio vea como buen negocio el mercado de los cruceros o Coquimbo y se vayan los cruceros a los otros puertos que hagan la inversión sin demora y los cruceros terminen recalando allá y al final Valparaíso se va a terminar quedando sin pan ni pedazo”, subrayó.
Esteban Bilbao, gerente general de Valparaíso Terminal de Pasajeros, dijo que “estamos en negociación con la empresa portuaria donde estamos definiendo las últimas etapas con la municipalidad para lograr un proyecto armónico con la ciudad, porque más que un terminal de pasajeros es un centro de eventos y ahí hay muchos detalles que hay que considerar, pero si todo va bien comenzaremos a construir durante el 2015”.
Bilbao comentó que el nuevo VTP, que se emplazará a la altura de calle Freire cerca de Puerto Barón, permitirá atender dos naves de pasajeros de forma simultánea. “Lamentablemente, por los plazos que se nos complicaron, debería estar listo a inicios del 2016. Por lo tanto, no vamos a alcanzar a tenerlo para la próxima temporada y el terminal concluido estará para la 2016-2017”.
De acuerdo con lo explicado por los ejecutivos, el futuro VTP, que tendrá un costo estimado de US$ 8 a 9 millones, tendrá una mayor superficie, menos altura y niveles de transparencia, entre otros elementos arquitectónicos que lo harán “amigable” con su entorno.
En ese aspecto, Gonzalo Davagnino advirtió que “ese terminal considera los requerimientos del mercado y no vamos a cometer errores que se han cometido en otros terminales. Acá hay una tremenda pega, hay que obtener la aprobación para que se empiece a construir, la ciudad debe trabajar para recibir a los turistas”.
Asimismo, el ejecutivo agregó que -a diferencia de lo que se plantea sobre el Terminal 2- dichas instalaciones entregarán mayores posibilidades para el desarrollo del turismo.