Presidente de Acotruch: “No podemos producir todo lo que queremos porque se impacta ambiental y sanitariamente nuestro sistema”

Ene 31, 2014

El presidente de Acotruch agregó que en virtud a subsanar la deficiencia que actualmente presentan los barrios, se crearon las macrozonas. “Sin embargo, en la medida en que no exista la infraestructura necesaria para el funcionamiento autónomo, a nuestro juicio, éstas tampoco tendrán el efecto esperado”, comentó.

Luego de finalizar la cosecha en las jaulas detectadas con el último brote de virus ISA en el centro Traiguén 1 en la provincia de Chiloé (Región de Los Lagos) este jueves 30 de enero, y de establecer una zona de protección y alta vigilancia de cinco millas (10 kilómetros) por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), el presidente de la Asociación de Productores de Salmón Coho y Trucha (Acotruch), Julio Traub conversó con AQUA sobre las medidas de vigilancia en las Agrupaciones de Concesiones de Salmónidos (ACS) y la creación de los “barrios”.

«Todo sistema de producción intensivo conlleva una mayor probabilidad de brotes de patologías, este es el caso de la salmonicultura en todo el mundo, en Chile se ha controlado y esperamos que siga así. Consideramos que la normativa de ISA, ha sido fructífera, ha diferenciado las especies susceptibles en cuanto a frecuencia y tamaño de muestreos, se han tomado medidas por zonas y con esto se ha evitado la diseminación de la enfermedad a otros centros vecinos», comentó Julio Traub.

Es importante recordar que las ACS fueron instauradas en enero de 2009 mediante la publicación de la resolución que establece la zonificación sanitaria en base a la presencia del virus ISA en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Presidente de Acotruch, Julio Traub.“En términos generales, los barrios no han funcionado bien. Desde el punto de vista práctico,  como medida sanitaria –disminución de riesgos de diseminación de patologías– o ambiental, no han dado los resultados esperados, pues no logran la contención de las enfermedades. Sin embargo, se debe destacar que han resultado beneficiosos para un ordenamiento geográfico de utilidad para la administración”, destacó Julio Traub.

El presidente de Acotruch agregó que en virtud a subsanar la deficiencia que actualmente presentan los barrios, se crearon las macrozonas. “Sin embargo, en la medida en que no exista la infraestructura necesaria para el funcionamiento autónomo, a nuestro juicio, éstas tampoco tendrán el efecto esperado”, comentó.

El ejecutivo manifestó que al hablar de los barrios es imposible no hacer mención a los descansos sanitarios, principal medida de manejo sanitario coordinado establecido por la autoridad, los que tal como se encuentran reglamentados, son impracticables para una industria tan dinámica como la salmonicultura.

“Podemos coincidir con el sistema all in all out como principal propósito del descanso, aunque, el establecimiento actual de éstos favorece la concentración de las operaciones de siembra y cosecha en determinados sectores y épocas del año, provocando diversos problemas sanitarios, ambientales, operativos y logísticos”, agregó.

Julio Traub sostuvo que el sistema de descanso coordinado no permite que la producción de todas las especies salmónidas sea continua, particularmente de salmón coho y trucha, impidiendo cumplir eficientemente con el proceso productivo dentro del período productivo establecido por la autoridad.

Propuestas

A juicio de Acotruch, el principal y real problema sanitario de la industria radica en las grandes cantidades de biomasa sembradas asociadas a altas concentraciones de peces por área.

“Creemos que la reducción de biomasa es, precisamente, la gran solución a los problemas de nuestra industria. No podemos producir todo lo que queremos porque se impacta ambiental y sanitariamente nuestro sistema y, además, se impacta nuestro mercado. Hay que reconocer y aceptar las señales que nos envía permanentemente el mercado. La producción debe corresponder a la demanda y no a razones ajenas a nuestros clientes”, afirmó.

“Consideramos fundamental para lograr el resguardo del patrimonio sanitario de nuestra industria y del país, que las modificaciones y nuevas normativas sean sustentadas en información científica y técnica sólida. Validada previamente por equipos multidisciplinarios de profesionales. Es preciso contar con normas cumplibles, justificables y diferenciadas por especie, región y ambiente”, comentó finalmente.

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