Produce primeros juveniles de merluza en cautiverio

Dic 20, 2000

Luego de un año de experimentación tecnológica en la reproducción de la especie, Fundación Chile logró la producción de los primeros ejemplares juveniles de merluza austral en sistemas de cultivo, cuyo resultado final podría llegar a aumentar la participación de nuestro país en el mercado de la merluza fresca. Este hecho no sólo marca un […]

Luego de un año de experimentación tecnológica en la reproducción de la especie, Fundación Chile logró la producción de los primeros ejemplares juveniles de merluza austral en sistemas de cultivo, cuyo resultado final podría llegar a aumentar la participación de nuestro país en el mercado de la merluza fresca.
Este hecho no sólo marca un hito a nivel de investigación mundial, sino que permite mirar con mayor optimismo el desarrollo de cultivos comerciales de peces marinos nativos, lo que puede llegar a convertirse en una alternativa viable para complementar la oferta chilena de productos del mar en los mercados internacionales.
El proyecto «Desarrollo del Cultivo de la Merluza Austral», financiado por Fondef y tres empresas privadas, inició su ejecución en enero de 1997 con un stock de reproductores, la captura de peces vivos, el desarrollo técnico de su aclimatación y el control sanitario de los sistemas de cultivo. A fines de 1998 se observaron las primeras evidencias de desove en cautiverio, lo que impulsó a proponer una segunda etapa orientada a la producción de juveniles y engorda de peces en sistemas de cultivo.
Para la realización de este proyecto, en la Isla Chaculay, XI Región, se implementó un pequeño centro experimental con seis balsas jaulas, además de la instalación en tierra de un muelle y sala de incubación. Una pequeña fracción de los reproductores es trasladada a Quillaipe, X Región, donde se mantienen en estanques en tierra para finalmente obtener los desoves.
La relevancia final del proyecto se fundamenta en la posibilidad real de complementar la oferta de productos provenientes de la captura a partir de stock silvestre. Y el futuro del negocio se sustenta en dos paquetes tecnológicos: la producción y comercialización de juveniles, y los planteles de engorda que, además, pueden ser complementarios con los cultivos de salmones.

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