Reacción chilena frente a posición de U.E. para uso de harinas animales y de pescado

Dic 28, 2000

Tras una reunión de coordinación realizada ayer, a la cual asistieron personeros del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Sernapesca y Subsecretaría de Pesca y el presidente y directores de Sonapesca , se acordó adoptar una política para reforzar las posiciones de Chile ante la U.E., con respecto al decreto que regula el uso de harinas […]

Tras una reunión de coordinación realizada ayer, a la cual asistieron personeros del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Sernapesca y Subsecretaría de Pesca y el presidente y directores de Sonapesca , se acordó adoptar una política para reforzar las posiciones de Chile ante la U.E., con respecto al decreto que regula el uso de harinas animales, incluyendo las de pescado, en la alimentación de animales.
Así lo aseguró el asesor técnico de Serenor, Javier Zaldívar, quien en la ocasión presentó un informe relativo a este asunto. En éste se consigna que hace aproximadamente dos meses la Unión Europea inició los estudios destinados a controlar los problemas derivados de la enfermedad de «las vacas locas», BSE, que se inició en el Reino Unido y que hasta el momento ha producido la muerte de 160.000 vacas en ese país. Esta situación se ha extendido a Francia, donde se han presentado 200 casos, además de Alemania y Portugal.
«En vista de esta crítica situación, Francia, en forma unilateral, adoptó una decisión gubernamental mediante la cual ha prohibido el uso de las harinas animales en la alimentación de todo tipo de animales, (rumiantes, cerdos, y aves), excluyendo solamente a las mascotas y a los peces. Entre las harinas animales se incluyen las harinas de carne y hueso, de huesos, sangre, plumas y aves, además de las harinas de pescado», señala Zaldívar. Con posterioridad a esta decisión, el comité veterinario de la Unión Europea recomendó a la directiva de esa entidad la prohibición de todos estos productos a excepción de las harinas de pescado, las que se podrán utilizar en la alimentación de todo tipo de animales y peces, menos en rumiantes, lo que se hizo efectivo mediante un decreto que entrará en vigencia el 1 de enero de 2001.
«Alemania, a través de su Parlamento, adoptó una posición similar a la de Francia excluyendo el uso de todas las harinas animales, incluidas las de pescado, en la alimentación de todo tipo de animales, a excepción de los peces; por otra parte Suiza adoptó una decisión similar a la de la U.E, cuyas medidas se aplicarán por un plazo de 6 meses, al final de los cuales y conociendo los resultados, se adoptará una política definitiva», agrega.
El asesor técnico de Serenor sostiene que si bien es cierto que el uso de la harina de pescado se ha prohibido momentáneamente en Francia y Alemania para todo tipo de animales a excepción de peces, en el resto de la U.E y en Suiza sólo se ha excluido en el caso de rumiantes, permitiéndose su utilización en cerdos y aves, «donde al prohibirse las harinas de carne y hueso, que representan en la U.E. un consumo de 2.5 millones de toneladas por año, se deja abierto por tanto ese campo a un mayor uso de las harinas de pescado, lo que se ha traducido en estos días en una mayor demanda de nuestro producto y en un incremento de sus precios».
En este contexto, indica Zaldívar, los participantes en la reunión realizada ayer decidieron reforzar las posiciones de los actores nacionales vinculados al tema por medio de las siguientes políticas: «Solicitar la armonización del acuerdo de la U.E. a todos los países miembros, incluidos Alemania y Francia, con el fin de que se mejore la posición de nuestros productos en estos dos últimos mercados; solicitar que se diferencien las harinas animales de carne y hueso que pueden ser portadoras del prion que genera la enfermedad de ‘las vacas locas’ de las harinas de pescado que no presentan este riesgo, por lo que se pedirá que se retire todo tipo de restricciones a las harinas de pescado; dejar en claro ante los mercados europeos que la medida adoptada en el caso de la alimentación de rumiantes constituye una discriminación arbitraria, debido a lo cual Chile se reserva los derechos a defender su producto ante los organismos competentes de comercio; y hacer campaña en los mercados de la U.E. señalando las ventajas que presenta la harina de pescado sobre otros productos de la competencia, principalmente en lo relacionado con incrementos en la producción lechera y en la calidad de la misma, mejoramiento inmunológico en los organismos animales que la consumen y mejoramiento en la fertilidad de los animales, entre otros aspectos.

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