(Pulso) A juicio del empresario y director de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Roberto Izquierdo, la autoridad es la responsable de las paralizaciones que han afectado a algunos de los principales puertos del país. Además, cuestiona la Ley Indígena y la normativa para la industria pesquera. También habló del impacto del fallo de La Haya y las reformas que se requieren en educación.
Roberto Izquierdo es el dueño de Alimar, presidente de Forestal y Papelera Concepción, ex líder de los empresarios pesqueros de la zona sur y director de compañías. Pero pese a todos los cuestionamientos que lanza a las autoridades, dice que «si uno está en los negocios debe tratar de ser optimista».
Para la presidenta electa Michelle Bachelet, afirma: «Ojalá que nos vaya bien, obvio, cómo puede uno pedir que a su país le vaya mal. Hay que esperar y mirar. Creo que una cosa es lo que se dice y otra es lo que se hace. Hay que ver qué es lo que se hace, para lo que hay que dejar pasar un año o dos años».
¿Qué responsabilidad tendría el gobierno en el paro portuario? Llevamos más de doce días con movilizaciones.
-Los trabajadores eventuales tienen una legislación especial. Un eventual se contrata como tal por una agencia marítima. Si trabaja tres días al mes, la agencia le paga las imposiciones por esos tres días, mientras el Estado de Chile le completa las imposiciones en la salud. Con este sistema, un trabajador que esté tres días en el puerto, después se va a una bomba de bencina o un restaurante, puede ser chofer de taxi o de micro, y provoca una competencia desleal con el resto de los chilenos. ¿Por qué? Porque a ese trabajador el Estado le paga las imposiciones y friega todo el sistema.
Hay puertos como Valparaíso y San Antonio en donde la carga es estacional, porque funcionan muy fuerte con la temporada de la fruta. Ahí toman hartos eventuales.
-Los eventuales no quieren dejar de ser eventuales. Esa es una casta cerrada.
¿Pero realmente existen privilegiados cuando reclaman por sus horas de colación?
-¿Quiénes son los que tienen legislaciones especiales en Chile? Creo que son cuatro o cinco. Entre ellos están los pascuenses. La Isla de Pascua será siempre una zona subdesarrollada, porque ningún chileno puede invertir allá, son solo los pascuenses. Y los que hacen negocios allá lo hacen de una forma muy artificiosa y complicada.
¿Otro tema especial? La educación. El estatuto docente le puso una lápida a la educación, porque los profesores se transformaron en intocables y no pueden calificarlos. Esto es de locos. Por lo mismo, nunca va a mejorar la calidad de la educación bajo este sistema.
El problema de la educación se arrastra hace muchos años.
-Conozco muy de cerca el problema de la educación. En la empresa tenemos una fundación que administra dos colegios, uno en Talcahuano y otro en San Antonio con casi 2.000 alumnos entre los dos, pero pasa que si no tienes a los profesores con muy buenos resultados lo demás está demás. Eso nos cuesta caro, pero tenemos profesores bien pagados y seleccionados, y cuando se comete algún error se va para afuera. Pero en la educación pública no es así. Entonces, la calidad de la educación no progresará nunca en Chile con el actual sistema.
Pasando a otro tema, ¿cómo observa los hechos de violencia que han ocurrido recientemente en la Araucanía?
-Otro de los sistemas especiales que hay en Chile es la famosa ley de protección indígena. Esa es la estupidez máxima. Esa ley se dictó a inicios de los noventa y le impide a los mapuche ser propietarios. No tienen derecho a propiedad. Eso es de locos. Los romanos abolieron ese sistema en el año 315 antes de Cristo y aquí las reivindicamos como una cosa fantástica.
El otro tema, el de los asaltos, robos y matanzas es un problema de seguridad pública y terrorismo, y el Gobierno no hace nada. No se respeta el derecho de propiedad ni los daños. Fíjese todos los años que llevamos; los incendios ocurren todos los días e intencionales y no pasa nada. Eso es un desastre.
¿Qué evaluación hace de lo hecho por este Gobierno en pesca? Hace poco hubo una reducción drástica en las cuotas.
-Hubo 20 años de mal manejo y mala administración en el tema pesquero, en el que se fueron dando cuotas especiales por razones meramente populistas. Bajo ley se reserva el 78% del volumen de la sardina y la anchoveta –que se pesca en la zona centro y sur– a los artesanales. Eso nadie lo toma en consideración.
Los que se llaman artesanales son equivalentes a los industriales de hace 30 a 40 años atrás, pero con una diferencia: ellos se acogen a la legislación artesanal que está mal hecha, porque se reconoce como tal cuando uno tiene un barco de menos de 18,5 metros de largo. Entonces, construyen los barcos con 18,37 metros de largo. Un barco de ese tamaño carga hasta 50 toneladas, dependiendo del ancho. La ley dice que los barcos no llevan contabilidad, no pagan leyes sociales ni patentes ni permisos de pesca. La anchoveta y la sardina están entregadas a un submundo que no paga impuesto ni leyes sociales. A lo único que son sujetos es a IVA. Ese submundo es el que ha recibido todas estas cuotas adicionales.
Hay un tremendo mito en la pesca: se dice que los industriales arruinaron la pesca, pero los que arruinaron la pesca fueron las autoridades, entregando cuotas a diestras y siniestras.
Este subsecretario recibió una muy mala herencia, pero siguió usando el pésimo procedimiento que se usó durante los últimos 20 años, y terminó por arruinar la pesca en el sur. Definitivamente la arruinó. Ahora, necesariamente tiene que poner cuotas muy restringidas para que no se extingan las especies. Hoy tres cuartas partes de los buques están en tierra.
¿Estas medidas mejorarán los niveles de captura?
-Lo que hay que hacer en materia pesquera es reducir drásticamente las cuotas, pero con control. Los industriales son sometidos a control cada vez que descarga un barco y los artesanales no.
Alguien tendrá que ponerle el cascabel al gato… este gobierno ya no se lo puso, por algo estamos en un estado lamentable en pesca. Las empresas pesqueras hoy están semifundidas. Los que no se fusionaron están muertos.
¿Qué tan perjudicial puede resultar un fallo negativo de La Haya tras la demanda peruana?
-Ese es un problema del norte, y lo mejor que le puede pasar a Chile es quede tal cual como está.
No hay que olvidar que en el diferendo con Argentina se recurrió a la Reina de Inglaterra. Ella tomó la asesoría de la Corte de La Haya. Los argentinos dijeron después que el fallo era insanablemente nulo. No lo cumplieron y Chile acudió al Papa para que mediara y negociara.
Ahora hubo un fallo entre Nicaragua y Colombia. ¿Qué dijo Colombia? No lo cumplió.