En Sonapesca están perdiendo la paciencia.
A sus reclamos para exigir al Gobierno el cierre total de los puertos para los barcos chinos que pesquen en el área inmediatamente cercana a las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva de Chile, se suma el descontento del gremio por los plazos de desgravación de las exportaciones de la industria en el recientemente firmado Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.
De acuerdo con lo publicado ayer en El Mercurio, para el gerente general de Sonapesca, Cristián Jara, el tema es delicado, ya que, dice, hay varios factores que hacen que la industria local quede en desventaja frente a su competencia china.
Y sus argumentos se basan en distintos factores.
El primero es, según dice, la pesca «indiscriminada» de jurel fuera de las 200 millas, pero frente a las costas locales, mientras que los empresarios chilenos se miden para respetar los límites impuestos por la autoridad.
Ante este punto, el Gobierno ya restringió el ingreso de barcos chinos a los puertos locales, aunque no en su totalidad. Según el Ejecutivo, esta acción se llevará a cabo aunque aún no hay fechas.
Ante esta «discriminación», Jara agrega que otro de los inconvenientes que hacen de ésta una «competencia desleal» es el pago que deben hacer los empresarios locales por concepto de patente de pesca, la que se triplicó luego de la publicación de la ley que rige al sector.
Más aun, arremete contra el Ejecutivo y recalca que en la negociación del TLC con China los principales productos pesqueros de exportación hacia el país asiático -entre ellos la harina de pescado- quedaron con un régimen de desgravación de 10 años. En cambio, dice, las importaciones de esa nación hacia Chile tienen un plazo de desgravación inmediata.
«A muy corto plazo nos podríamos encontrar en el escenario absurdo de que los chinos pesquen sin Dios ni ley, y además podrían ingresar productos al país con arancel cero, mientras que nuestros productores no podrán competir porque deben pagar anualmente al Estado patentes pesqueras que alcanzan hasta los US$ 250.000 por barco, sin perjuicio de todas las demás regulaciones», asegura el dirigente gremial.