Bastante preocupado se encuentra el sector pesquero, al enterarse de las intenciones del Gobierno de dictar una gran rebaja a la cuota global de captura de jurel para el próximo año. ¿La razón? La pesca indiscriminada que actualmente están realizando cinco barcos chinos en el límite de las 200 millas.
La reducción anunciada descendería en 75 mil t, es decir, de 1.475.000 t fijadas este año, se rebajaría a 1.400.000 t el 2006.
De acuerdo con lo expresado por el gerente general de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), Cristián Jara,“esa cantidad coincide exactamente con las mayores capturas que están efectuando las flotas chinas afuera”. De esta manera, de las 70 mil t que estaba pescando China hace tres años, la cifra aumentó a 150 mil t, según lo informado por el país asiático en septiembre del año pasado, en una reunión sostenida en Beijing, China.
“Además, los chinos han anunciado que traerán barcos de nueva generación al país, los que triplicarían la capacidad de pesca”, agregó el presidente de la entidad gremial, Roberto Izquierdo. A esto se debe sumar el hecho de que no pagan patentes, impuestos ni derechos de aduana y no están sujetos a normas cambiarias, lo que significa una competencia desleal con nuestro país.
La consecuencia directa de esta situación es que como la Subsecretaría de Pesca opera en función de estudios técnicos que determinan el desembarco de determinadas pesquerías, el próximo año disminuiría la cuota de la flota chilena en 75 mil t, que es lo que China está pescando de más.
“No podemos sino protestar por esta acción que recae sobre el país, sobre sus armadores y sobre sus trabajadores. Por un lado, se sigue dando oxígeno a estos barcos fábricas chinos y, por otro, se le reducen las cuotas a los armadores nacionales. La gran pregunta es si estamos actuando en función de lo que le conviene al país o de lo que le conviene a otros Estados”, argumentó el gerente general de Sonapesca.
En términos concretos, estas 75 mil t que se dejarían de percibir, equivalen a las capturas de tres barcos de gran tamaño, dos fábricas medianas de conservas, 400 fuentes de empleo directo y retornos por $ 14 mil millones en conservas y harina de pescado.
Para revertir esta situación, hoy Sonapesca se reunirá con el subsecretario de Pesca, Felipe Sandoval, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Walker, quienes deberán decidir el viernes 23 si prorroga o niega el ingreso a los barcos chinos.
En el caso de que no se llegue a una resolución favorable, “Sonapesca pedirá que se cumpla la letra y el espíritu del Decreto Supremo 123 que dice que Chile subordinará su política portuaria a la conservación pesquera, porque en este caso China no está cooperando”, concluyó Jara.