De acuerdo con lo informado por El Sur, la autoridad dijo que si bien la mayoría de las delegaciones mostró un comportamiento constructivo y leal con el espíritu del encuentro, ello fue insuficiente para lograr el acuerdo para la conservación de las pesquerías y protección del medio ambiente marino en el Océano Pacífico.
Hernández recordó que Chile se comprometió activamente con este objetivo, desde la primera cita de este tipo realizada en febrero pasado en Wellington, Nueva Zelanda. Agregó que en esta segunda reunión, consecuentemente con la postura chilena, propuso y apoyó la aprobación de medidas interinas, con el objetivo de evitar la expansión del esfuerzo y de la capacidad de pesca en las pesquerías del Pacífico.
Además, dijo, la delegación nacional desplegó sus mayores esfuerzos para incluir una medida urgente destinada a disminuir los efectos destructivos de las artes de pesca de arrastre en los ecosistemas marinos vulnerables. «Lo que imperiosamente se requería aquí era el establecimiento de regulaciones inmediatas para detener el uso de estas prácticas destructivas», subrayó el subsecretario de Pesca.
La autoridad manifestó su malestar por el comportamiento de las delegaciones de la Unión Europea y de la Federación Rusa, las que, «desafortunadamente, no compartieron la preocupación de Chile y de la mayoría de los participantes de la reunión».
Comentó que dichas representaciones demostraron una «política irresponsable» respecto de la adopción de medidas para detener las prácticas destructivas sobre los ecosistemas vulnerables, como el uso de arrastre de fondo, y otras que se necesitan urgentemente para evitar la expansión de la actividad pesquera sobre las pesquerías pelágicas.
Acuerdo del Senado
Entre lo que el Senado pidió que la Presidenta Michelle Bachelet demandara en la Conferencia de Australia estaba: Primero, el apoyo de la Asamblea General de Naciones Unidas para implementar urgentemente los contenidos de las resoluciones A/59/25 destinadas a la protección de los montes submarinos, arrecifes de coral de aguas frías y otros ecosistemas vulnerables de alta mar, de los impactos de las prácticas pesqueras destructivas, incluida la pesca de arrastre de fondo.
Segundo, el establecimiento de una prohibición transitoria para realizar operaciones de pesca de arrastre de fondo no regulada en la Zona Económica Exclusiva para las naves pesqueras bajo pabellón chileno, hasta que se establezca la Organización Regional Pesquera del Pacífico Sur.
Tercero, la ratificación del Acuerdo de la ONU sobre Pesca de Alta Mar de 1995, decisión ya adoptada, entre otros países, por Australia, Nueva Zelanda, la Unión Europea, los países del APEC y próximamente Japón.