La competencia de las empresas chinas del acero ha golpeado con fuerza a la Siderúrgica Huachipato, llevándola a suspender indefinidamente sus operaciones. Esta radical decisión ha generado una conmoción en la región del Biobío, ante la perspectiva de graves repercusiones económicas derivadas del posible cierre definitivo de la compañía.
Esta situación amenaza con desencadenar la pérdida de más de 20.000 empleos en la región. Frente a esto, el Personal Embarcado Industrial del Biobío solidarizó con la realidad que están viviendo las familias huachipatinas, y reiteró la preocupación por el impacto en el trabajo que podría tener para el Biobío el proyecto de nueva Ley de Pesca.
Juan Carlos González, presidente del Sindicato Interempresas de Patrones de Pesca Industrial del Biobío explicó que “aquí nosotros ya lo estamos viendo, primero el acero, y después vendrán los pesqueros. El Gobierno tiene que tomar conciencia de que estas acciones que están afectando a la economía de la región y del país, tienen que ser consensuadas responsablemente”.
En relación a la nueva Ley de Pesca, Gonzáles agregó que “la pesca es una actividad que durante los años más difíciles ha parado la región, la actividad pesquera en su conjunto, tanto artesanal como industrial, es un punto fuerte en el Biobío. Hay que defenderla y ver como formalizamos a los trabajadores, no se pueden generar leyes que des formalicen el empleo y creemos que esta ley debe tener una amplia revisión en ese sentido”.
“Los trabajadores no podemos estar dependiendo de políticas de subsidio. Las políticas públicas deben otorgar dignidad a las personas. En ese sentido, el llamado es a los parlamentarios de la región y al Gobierno, para que tomen conciencia de que la ideología es muy distinta de la realidad, y cuando se generan estos choques hay que pensar en cómo las personas movilizan y fortalecen la economía, nosotros, los trabajadores”, finalizó.
Fotografía referencial: Sonapesca