Una microalga tóxica podría ser el origen de los casos de ciguatera registrados en Canarias (España) en los últimos años. Un equipo del Instituto Español de Oceanografía descubrió en aguas insulares una nueva especie de alga, la Gambierdiscus excentricus, que produce ciguatoxinas y maitoxinas, las sustancias responsables de esta patología alimentaria no bacteriana asociada al consumo de pescado.
La ciguatera es una intoxicación alimentaria frecuente en zonas tropicales del Pacífico, el Caribe y el Índico y que se contrae por la ingesta de pescado que se haya alimentado con microalgas infectadas. La investigación, que se ha publicado en la revista "Harmful Algae", determina que es la primera vez que se detecta su presencia en España, según lo informado en http://www.consumer.es/.
Además, el estudio explica que su presencia es mayor en los peces carnívoros de mayor tamaño, ya que estas sustancias se acumulan de manera sucesiva a lo largo de la cadena alimentaria. También detalla que es imposible la detección visual del pescado infectado, ya que solo se puede determinar la contaminación por este agente mediante la realización de analíticas. Otras características de la ciguatoxina son la termoestabilidad, su supervivencia a la cocción y la congelación, así como la ausencia de olor y sabor especiales en los alimentos infectados.
Por otro lado, la ciguatera destaca por dos síntomas característicos que permiten su diferenciación con el resto de intoxicaciones alimentarias: el hormigueo en los labios y la lengua y una inversión de la sensación térmica, es decir, la percepción de frío cuando se toca un objeto caliente y de calor al tacto de elementos con bajas temperaturas. Los afectados también pueden manifestar dolor abdominal, diarrea, vómitos o fatiga, que son comunes a otras patologías de este tipo.