(Diario Financiero) La Unión Europea (UE) se comprometió a renovar las sanciones contra la industria rusa durante al menos seis meses después de un debate que demuestra la unidad del bloque sobre la crisis de Ucrania.
A principios de año los diplomáticos temían que la expiración de las sanciones en julio rompiera la determinación de la UE y expusiera la fragmentación del grupo sobre cómo lidiar con Moscú. Las persistentes violaciones del alto el fuego por parte de los separatistas apoyados por Rusia ha endurecido la opinión en Berlín y da poco espacio a los escépticos para defender un argumento convincente para eliminar las sanciones.
Fue así que los embajadores firmaron este miércoles 17 de junio en Bruselas el acuerdo provisional para extender las medidas hasta fines de enero. La aprobación final la darán los ministros de Exteriores el lunes, pero se espera que sea una formalidad. Las sanciones se dirigen a servicios financieros, sector energético y defensa y fueron la respuesta más severa de la UE a la anexión de Crimea y el apoyo de Rusia a los separatistas que luchan desde el año pasado. Aparte, otra lista que se prorrogará hasta el 15 de septiembre, impone la congelación de activos y la prohibición de viajar a 151 personas y 37 empresas y organizaciones acusados de desestabilizar Ucrania.
La decisión de la UE se produce en vísperas del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, cita en que se mostrará el regreso de algunos de los principales ejecutivos a los que Washington advirtió no ir el año pasado. Las sanciones requieren la unanimidad de los 28 Estados miembro y países como Grecia y Chipre tienen reservas sobre las medidas.
El ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, comentó que hay espacio para ajustar las sanciones al nivel de cumplimiento del acuerdo de Minsk, pero los diplomáticos franceses presentaron serias objeciones a este giro.
La extensión del acuerdo convierte al final de año en un punto de inflexión para la diplomacia ucraniana, ya que coincide con la fecha límite original para implementar el acuerdo de Minsk y el inicio previsto del tratado de libre comercio de la UE con Ucrania al que se opone Moscú.