Camanchaca reportó sus estados financieros al cierre de septiembre de 2023, informando ingresos consolidados por US$600 millones, un 7,2% superiores al mismo trimestre de 2022, destacando un alza de un 25% en la División Pesca, producto del buen estado biológico de la biomasa de jurel, sardina y crustáceos.
A lo anterior se sumó el alto precio del aceite de pescado que trajo la escasez de producción peruana, y la mayor venta de jurel congelado, al contar durante toda esta temporada con la planta de congelados, inaugurada el año pasado, a plena capacidad. Los ingresos también subieron en la División Cultivos por los mejillones.
En la División Salmones, en el 3T 2023 se cosecharon 17.760 TM WFE de Salar, 24% superiores a las del mismo periodo de 2022 y en línea con el plan definido. Dado que estos mayores volúmenes de cosechas se concentraron en la segunda mitad del trimestre, ello generó mayores inventarios, pues las ventas fueron de 9.925 TM WFE de esta especie, dejando un inventario equivalente.
La disminución de 4 mil TM WFE de volumen vendido de Atlántico, el 10,5% de aumento de sus costos exjaula y 6,5% de sus procesos, impactó negativamente el EBITDA Consolidado antes de Fair Value, el que a septiembre alcanzó a US$103 millones, 7% menor al de igual periodo del año anterior.
El EBITDA en la División Pesca a septiembre fue US$69 millones, US$15,6 millones más que los registrados a septiembre 2022, explicados por un buen ritmo de capturas pelágicas en la zona centro-sur, las que completaron en septiembre un 89% de la cuota anual.
La mayor producción de jurel congelado permitió ventas de 74 mil TM, 32% superior al mismo periodo de 2022, aunque con un precio 3,6% inferior al obtenido el año anterior. También la operación se vio beneficiada por un aumento en el precio vendido de aceite de pescado de 86%, explicado principalmente por la escasez de producción peruana que se ha visto afectada por el evento de El Niño.
El fenómeno continúa impactando las operaciones del norte, donde las capturas industriales de anchoveta fueron nulas y las compras a pescadores artesanales -que sí pueden pescar cerca de la costa- disminuyó un 77% respecto del acumulado a septiembre del año anterior. La captura industrial de jurel y caballa en el norte alcanzó las 28 mil TM, presentando un aumento de 31% respecto de 2022.
Para el periodo, los ingresos de la División Cultivos aumentaron un 13,2%, alcanzando US$28,5 millones, con precios de mejillones 2,6% superiores y un alza de un 7% en sus ventas. La producción, que aumentó un 20%, no tuvo su equivalente en ventas, conllevando mayores gastos de frigoríficos.
Con todo, el resultado acumulado al cierre de septiembre de 2023 fue de US$22,9 millones, una caída de 47% en comparación al mismo periodo 2022.
Ricardo García Holtz, gerente general de Camanchaca, comentó que “estos dos últimos trimestres han sido débiles para el negocio de Salmones, con menores volúmenes vendidos de lo que esperábamos y consecuentemente con gastos de frigoríficos, y un costo superior por presiones inflacionarias, incidentes biológicos y regulaciones que encarecen el producto. Pero lo anterior ha sido muy mitigado por una excelente temporada pesquera en el sur, tanto productiva como comercialmente. Los esfuerzos están orientados a disminuir nuestros inventarios y a mejorar los desempeños productivos con más cosechas desde Aysén”.
Además, agregó que “nada ilustra mejor las bondades de una buena regulación que el desempeño de todo el sector pesquero de la zona centro-sur, que ha tenido una recuperación extraordinaria como consecuencia de la actual legislación centrada en criterios técnicos. Nos genera incertidumbre los anuncios de nuevas leyes que puedan alterar lo que tanto ha costado recuperar”.
Fotografía: Camanchaca