Según manifestó el subsecretario de Pesca Daniel Albarrán, mientras la pesca pelágica ya tiene un nivel finito de captura y expansión, la actividad acuicultora cuenta con un enorme y aún indefinido potencial, pudiendo incluso llegar a significar unos US$ 20 mil millones en exportaciones en dos décadas más, como se informa en El Mercurio.
A raíz de esta situación, el Gobierno está trabajando en la elaboración de una nueva ley para el rubro, proyecto que estaría terminado durante el primer semestre y que se enviaría al Congreso en el curso de la segunda mitad del año.
Sólo en la salmonicultura, las estimaciones apuntan a que en el 2010 los envíos triplicarán el actual nivel de US$ 1.000 millones en exportaciones, pero además existe un vasto potencial de expansión en ostiones, ostras, choritos, algas, abalones, erizos, locos y merluzas.
Albarrán dijo que la acuicultura en el mundo crece a tasas anuales del 10% y, en Chile, en los últimos 15 años se ha expandido a una tasa del 25% al año. “La acuicultura en el mundo representa el 37% de los recursos que se extraen de medios hídricos, mientras que en Chile es menos del 10%, con espacios inmensamente mayores que el promedio del mundo”, afirmó.
Agregó que para potenciar una expansión mayor, es necesario realizar un cambio en la actual ley y uno de los aspectos más relevantes de la normativa será el menor plazo para obtener las concesiones. El subsecretario anticipó que un lapso razonable para gestionar permisos es entre 3 a 6 meses.
Otro elemento relevante es el cambio de criterio, puesto que se actuará conforme a derecho positivo, es decir, todas las áreas serán susceptibles de ser utilizadas por la acuicultura a menos que se las prohiba explícitamente.