A comienzos de abril se promulgó la nueva ley de pesca y acuicultura con la que operará la industria salmonicultora, marco que obligará a las firmas del sector a invertir más de US$ 1.000 millones en los próximos cuatro años para adecuarse al nuevo esquema ambiental y sanitario.
Y aunque, en promedio, las empresas del sector han logrado estabilizarse tras la crisis del virus ISA -incluso, varias firmas ya registran utilidades-, el gerente general de Banco Bice, René Lehuedé, reconoce a El Mercurio que el nuevo financiamiento para la industria "lo estamos estudiando caso a caso y conforme a las realidades que tienen las distintas empresas".
Para el ejecutivo, la entrega de recursos frescos al sector dependerá de los avances sanitarios que hayan realizado en sus sistemas de producción y de la situación financiera después de haber gozado de períodos de gracia -tras las renegociaciones del año pasado- para pagar sus acreencias y generar capital de trabajo.
Sin embargo, destaca que el nuevo marco normativo permitirá que las empresas del sector en cuatro a cinco años recuperen los niveles de producción previos a la crisis del virus ISA y puedan acceder a mejores condiciones de financiamiento.
¿Qué efectos tendrá en las condiciones de financiamiento a las que pueda acceder la industria la aprobación del nuevo marco legal?
Creo que el hecho de que las concesiones puedan hipotecarse y transferirse es un avance. Pero que valgan algo. Habrá que ver cuánto es lo que el mercado termina pagando por ellas al momento en que éstas se puedan transferir.
En primera instancia, hay que ser capaz de desarrollar una actividad productiva sin los riesgos de mortandades que se registraron en el pasado para ciertas especies de salmones.
¿Y la nueva ley lo permite?
Hoy, el marco está para que eso pase. Cuando haya transacciones, va a haber un mercado, y cuando eso ocurra, va a haber posibilidad de disminuir provisiones por los bancos. Eso se traducirá, en el largo plazo, en condiciones favorables para la industria en términos de costo de financiamiento.
¿Aumentarán los inversionistas interesados en ingresar al sector?
No sólo extranjeros, sino también locales. Porque antes, los productores de salmón estaban en una estructura mucho más débil que hoy con la nueva ley acuícola. Ahora tienen la posibilidad, con autorización de los bancos, de poder transferir las concesiones, lo que es un avance.