La Cámara de Diputados continuó este miércoles 17 de junio con el debate del proyecto (boletín 9835) que moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo, en primer trámite constitucional.
La discusión en el hemiciclo se prolongó por más de tres horas, distribuidos entre diputados de todas las bancadas.
Así por ejemplo, detalló el sitio electrónico de la Cámara de Diputados, el diputado Ramón Barros (UDI) valoró la formación de dirigentes y la distinción con las pequeñas y medianas empresas (pymes) y el acceso a información, pero dijo que solo se trata de una reforma sindical, que no aborda el sistema público, la fuerza laboral joven y femenina. Recalcó que no se puede dejar solo al arbitrio de los dirigentes el tema de reemplazo en caso de huelga.
El diputado Sergio Ojeda (DC), por su parte, destacó que se consolide la negociación colectiva. Subrayó que se vigorizan los sindicatos, al fomentar la afiliación de los trabajadores. Manifestó que el sindicato es el núcleo de la familia laboral, que fortalece el diálogo. «Estamos modernizando nuestra legislación laboral», añadió, destacando que debe ser una prioridad de Estado.
El diputado Osvaldo Andrade (PS) sostuvo que el proyecto enfrenta una deuda histórica con el mundo del trabajo. Aclaró que si bien no es el pago definitivo, sí se trata de un avance significativo. Sostuvo que «si bien esto no se vincula directamente con el aumento de empleo, sí tiene que ver con mejorar la calidad del empleo».
La diputada Paulina Núñez (RN) recalcó que esta no es una reforma laboral, porque no aborda el acceso al trabajo de jóvenes, mujeres, tercera edad y migrantes, por ejemplo. Lo que se discute, sostuvo, «es una reforma sindical ideologizada, que incrementa la desconfianza y disminuye las expectativas de crecimiento».
El diputado Tucapel Jiménez (PPD) dijo que son otras las políticas públicas que deben encargarse del acceso al empleo, y recalcó que esta iniciativa apunta a mejorar las relaciones laborales y emparejar la cancha entre trabajadores y empleadores. De todas formas, dijo que «aún quedan materias pendientes, por ejemplo una reforma que aborde estos mismos temas en el sector público».
El diputado Joaquín Godoy (Ind) lamentó que la reforma no aborde como uno de los principales ejes la capacitación del trabajador. Asimismo, cuestionó que tampoco se incluyan incentivos para la contratación de jóvenes y mujeres. Señaló que el proyecto no es suficiente, por lo que Amplitud votará en contra.
El diputado Marco Espinosa (PRSD) argumentó que esta reforma es un avance concreto e inequívoco hacia la protección y reconocimiento de los derechos sindicales de todos los chilenos y chilenas. Añadió que el proyecto apunta a fortalecer las organizaciones sindicales y que «quienes participan en él no sientan temor de ser perseguidos».
En tanto, el diputado Daniel Núñez (PC) defendió el fortalecimiento de los sindicatos. Recalcó eso sí que no comparte la flexibilidad laboral y pidió al menos «volver a la propuesta original del Ejecutivo, puesto que tal como está no se condice con el resto del proyecto».