Océanos: Nuestro principal aliado natural frente al cambio climático

Jun 7, 2021

Los beneficios que los océanos nos brindan en nuestro día a día son esenciales para el futuro de nuestro planeta: influyen en los fenómenos meteorológicos más importantes, regulan el clima, son los corredores para la migración de ballenas, tiburones, tortugas y otras especies, y generan ingresos y medios de vida para millones de personas que […]

Los beneficios que los océanos nos brindan en nuestro día a día son esenciales para el futuro de nuestro planeta: influyen en los fenómenos meteorológicos más importantes, regulan el clima, son los corredores para la migración de ballenas, tiburones, tortugas y otras especies, y generan ingresos y medios de vida para millones de personas que dependen de la pesca y la acuicultura.

Los océanos y la vida que contiene son fundamentales para el funcionamiento saludable del planeta, ya que suministran la mitad del oxígeno que respiramos y absorben anualmente una cuarta parte de las emisiones antropogénicas del dióxido de carbono emitidas a la atmósfera.

Los océanos son una fuente importante de alimentos, en ellos se concentra gran parte de la biodiversidad del planeta, y son el ecosistema más grande de la tierra.

Cada vez hay más evidencias que demuestran el rol esencial que desempeña la biodiversidad marina para la salud del planeta y el bienestar social. Los ecosistemas marinos proporcionan innumerables servicios a las comunidades costeras de todo el mundo.

En Chile, durante el 2020, se desembarcaron cerca de 3,7 millones de toneladas provenientes de la acuicultura (41%), pesca artesanal (38%) y pesca industrial (21%). En el borde costero chileno se reconocen oficialmente 467 caletas pesqueras artesanales. Se estima que más de 200.000 personas dependen de la pesca y la acuicultura, de las cuales más de la mitad son pescadores artesanales y acuicultores de pequeña escala.

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la sobrepesca amenazan nuestros océanos y los preciados recursos que proporciona para la alimentación y los medios de vida.

Por lo tanto, la pesca y la acuicultura sostenibles son vitales si queremos que los océanos sigan generando desarrollo económico, social y cultural en nuestras comunidades costeras.

La gestión participativa y responsable es la forma más eficaz de conservar los recursos marinos. Las regulaciones, el seguimiento y los controles basados en pruebas son las herramientas más eficaces para salvaguardar y restaurar las poblaciones de recursos pesqueros.

Por su parte, la acuicultura marina tiene un potencial significativo para alimentar al mundo y, para que su crecimiento sea sostenible, es esencial que evite la introducción de enfermedades y minimice el uso de antimicrobianos y, especialmente, cuide el ambiente para la producción de alimentos y los medios de vida, especialmente donde más se necesitan los alimentos.

En 2015, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en un compromiso político para revertir los efectos negativos del cambio climático y orientar esfuerzos compartidos para alcanzar un desarrollo más sostenible e inclusivo de la humanidad.

El ODS 14, «Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible», es una de las grandes prioridades de la Agenda, por la importancia que tienen los océanos en la regulación del clima, la generación de oxígeno y otros múltiples servicios ambientales, además de la importancia de los recursos pesqueros para la seguridad alimentaria.

Además de los esfuerzos por cumplir con los compromisos de la Agenda 2030 los países enfrentan desafíos como el cambio climático, para el alcance de las metas.

Para enfrentar el cambio climático los países deberán fortalecer sus capacidades institucionales y sistemas de gobernanza, especialmente a nivel territorial local. Simultáneamente, es imprescindible implementar programas de capacitación y adaptación al cambio climático en comunidades costeras asociadas a la pesca y la acuicultura.

En este contexto, para afrontar el cambio climático ha surgido con fuerza el concepto de transformación, es decir, cambios profundos, modificando la forma actual de hacer las cosas para crear a partir de posibilidades antes inimaginables, junto con desarrollar nuevas formas de pensar, actuar y organizarse.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) entiende por transformación aquellos cambios sistémicos que permiten avances más ambiciosos en mitigación y adaptación, que sean significativos y rápidos, y que al mismo tiempo persigan los ODS de la Agenda 2030.

Los océanos son nuestro principal aliado natural porque permiten que la vida siga fluyendo en nuestro planeta y debemos cuidarlos si queremos que esta función esencial se mantenga para la siguientes generaciones. Océanos sanos y sostenibles son una necesidad, no una aspiración.

*Esta columna de opinión fue firmada por Ricardo Norambuena Cleveland (COPAS Sur-Austral, Universidad de Concepción, Chile) y José Aguilar Manjarrez  de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés), en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la capacidad de adaptación en el sector pesquero y acuícola chileno al cambio climático” ejecutado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), e implementado por la FAO, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés).

 

En la foto: Norma Coli, recolectora de orilla de caleta El Manzano y miembro de la Comunidad Indígena de El Manzano (©FAO / Max Valencia), quien expresa que «nuestra vida está ligada al mar y sus recursos y por eso tenemos buenas prácticas para su conservación y uso para las próximas generaciones» . 

José Aguilar-Manjarrez

Oficial de Pesca y Acuicultura de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

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