¿Por qué la industria del salmón en Chile no ha logrado reducir los volúmenes de antibacterianos a los niveles que muestra Noruega?

Sep 15, 2023

Una de las grandes amenazas para la salmonicultura a nivel global, son las enfermedades infecciosas, siendo las de mayor severidad las causadas por virus y bacterias intracelulares. Esto, porque a la fecha no se han logrado desarrollar vacunas efectivas para su prevención y porque en el caso de Renibacterium salmoninarum, causante de la enfermedad bacteriana […]

Una de las grandes amenazas para la salmonicultura a nivel global, son las enfermedades infecciosas, siendo las de mayor severidad las causadas por virus y bacterias intracelulares. Esto, porque a la fecha no se han logrado desarrollar vacunas efectivas para su prevención y porque en el caso de Renibacterium salmoninarum, causante de la enfermedad bacteriana del riñón (BKD) y Piscirickettsia salmonis, causante del síndrome rickettsial de los salmones (SRS), los escasos antibacterianos disponibles no logran un control efectivo.

Esto ha generado que sea Chile, entre los países productores de salmón, el que utiliza los mayores volúmenes de productos antibacterianos por tonelada de salmón cosechado.

De acuerdo con los datos publicados por Sernapesca, en 2022 la industria del salmón en Chile tuvo una reducción del 51% en el uso de antibacterianos respecto a 2015, reportándose 320 g de ingrediente activo por tonelada de salmón cosechado, en comparación a Noruega que reportó 396 kg de ingrediente activo para alrededor de 1,5 millones de toneladas de salmón cosechado en 2022.

El bajo uso de antibacterianos en Noruega es atribuido al uso de vacunas para el control de enfermedades bacterianas que afectaron en sus inicios a la industria noruega. Asimismo, la diferencia en los volúmenes de antibacterianos entre ambos países es explicada por las características de las bacterias que afectan a los salmones de cultivo.

Para el caso de las bacterias extracelulares, el desarrollo de vacunas no es un gran desafío, de hecho, el desarrollo de las primeras vacunas data de 1942 y a mediados de 1970 ya habían vacunas disponibles en el mercado norteamericano contra Yersinia ruckeri, Vibrio anguillarum y Vibrio ordalii. Por el contrario, a la fecha no se han logrado  desarrollar vacunas que den una protección  total contra virus y  bacterias intracelulares, como es el caso de Piscirickettsia salmonis.

Los registros de altas mortalidades causadas por SRS datan de 1983, sin embargo, solo a partir de 1989 se pudo conocer al agente causal, lo que permitió aplicar mejores estrategias de control e incursionar en el desarrollo de vacunas. Pero a pesar del desarrollo biotecnológico de los últimos años, a la fecha no se han logrado desarrollar vacunas efectivas para el control de BKD y tampoco para SRS.

Del total de antimicrobianos usados por la salmonicultura en 2022, el 97,7% se suministró en la fase de engorda en el mar y de este total, el 91,28% se usó en el control de SRS y 7,03% para el control de BKD.

La pregunta recurrente es, ¿por qué Piscirickettsia salmonis causa altas mortalidades en Chile y no en los otros países productores de salmón? Los salmones son peces introducidos desde el hemisferio norte, y es altamente probable que este patógeno haya sido también introducido a través de la importación de ovas infectadas en los inicios de la salmonicultura, tal como ocurrió con Renibacterium salmoninarum. De hecho, el primer registro de esta bacteria data de 1970 en Canadá.

Otro aspecto importante a tener en consideración es que en la región de Magallanes, el SRS no genera los cuadros infecciosos registrados en las regiones de Los Lagos y Aysén, siendo el BKD el principal problema, lo que podría indicar que condiciones de altas temperaturas podrían estar propiciando los brotes de SRS. Esto coincide con los brotes de SRS registrados en Noruega en el otoño de 1988 y con los brotes reportados en Canadá en 2015.

En base al conocimiento hasta ahora disponible, sabemos que los patógenos intracelulares presentan mecanismos que les permite protegerse de los antibacterianos y de la acción de las vacunas, que los peces tienen un sistema inmune primitivo respecto a otros animales, y que los brotes de infección causados por patógeno septicémicos se activan por eventos de estrés y situaciones que atentan contra el bienestar de los peces. Así, en ausencia de vacunas efectivas, los productores han puesto más atención en las necesidades y requerimientos fisiológicos de los peces, lo que se ha traducido en mejores resultados productivos y en una  disminución importante del uso de antibióticos.

Pero, también hay un factor importante a considerar, que está relacionado con la inmunidad adaptativa que ha mostrado el salmón coho frente al SRS a través de los años. La especie mostró una alta susceptibilidad en los inicios de la salmonicultura en Chile, producción que estaba sustentada por ovas introducidas desde Norteamérica. En la medida que se fue incrementando la producción de ovas nacionales, el salmón coho fue mostrando mayor resistencia al SRS, lo que generó que se privilegiarán las ovas de origen nacional por sobre las importadas. Actualmente el salmón coho es la especie más resistente al SRS y la aplicación de  antibióticos se ha reducido notablemente, registrándose 99,8 g de ingrediente activo por tonelada de  salmón cosechado versus los 491,7 gr por tonelada en salmón del Atlántico, por ciclo de producción en 2022.

Dra. Sandra Bravo

Ingeniera pesquera

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