Una carrera contra el tiempo convoca a realizar la vertiginosa evolución de la Inteligencia Artificial (IA) a nivel mundial y nacional. Cada vez que la IA aprende a realizar alguna tarea que se creía imposible, se viene a la mente de muchos un flash forward de futuros apocalípticos.
Por esta razón, algunos países desean tomar el control y desarrollar medidas para adaptarse a los nuevos escenarios. Es así como en Chile, en octubre de 2020, el Ministerio de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación publicó su primera Política Nacional de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación (CTCI).
La iniciativa busca promover el uso y desarrollo de la Inteligencia Artificial y reúne 70 acciones prioritarias y 185 iniciativas con impacto en ámbitos sociales, económicos y en la formación de talentos, contemplando así una inversión pública de $26 mil millones.
“Dada las complejas consecuencias económicas, sociales y éticas que trae consigo la irrupción de la Inteligencia Artificial, es que el Ministerio de Ciencia elaboró a través de un comité intersectorial de académicos, sector público, civil e industria la primera Política Nacional de IA, convirtiendo a Chile en uno de los 60 países que lanzan este tipo de políticas”, señaló la seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Sur (La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos), Maite Castro.
La seremi detalló que esta política contempla puntos como “Factores Habilitantes, Desarrollo y Adopción y Ética, aspectos legales y regulatorios e impactos socioeconómicos. El documento en su inicio contó con más de 9 mil visiones y opiniones e inserta a Chile en los grandes desafíos mundiales con respecto a su uso. A pesar de esto, actualmente se hace necesario una profundización en búsqueda de solventar las brechas para una apropiación de estas tecnologías por parte de la sociedad”, puntualizó.
Una de las potenciales áreas de uso de la IA es en el sector productivo de la acuicultura. “Como Seremi, estamos en constante contacto con el sector mediante encuentros de investigación aplicada a la mitilicultura donde se exponen los sistemas de identificación de semillas de chorito mediante IA, siendo este sólo un ejemplo de cómo se puede mezclar la industria con la tecnología”, indicó la representante de la cartera.
Agrega que “también hemos visto casos de uso IA para la detección de salmones con enfermedades, y en general, la utilización exhaustiva de la IA en empresas de base científico tecnológicas que hemos financiado y monitoreado en el territorio”.
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Fotografía: Inacap