La industria acuícola global debe lidiar con ataques de depredadores que quieren hacer agujeros en las redes de las jaulas y llegar a los peces, siendo la pérdida de estos un problema al que se enfrentan los productores de salmón, tanto en alteraciones medioambientales como en pérdidas económicas.
Ante esta situación, Garware Technical Fibres presentó un nuevo desarrollo que pone a prueba la resistencia de sus redes, a través de la creación de una mandíbula robotizada de un lobo marino, impresa en 3D, capaz de simular una fuerza de mordida que va desde los 5 kgF a los 100 kgF, con el propósito de probar comparativamente la rigidez y resistencia al corte de estas.
«Nuestro equipo de I+D (Investigación y Desarrollo) imprimió en 3D un cráneo de lobo marino y luego robotizaron las mandíbulas, creando el primer robot de fuerza de mordida de la industria acuícola, capaz de simular la fuerza de la mordedura, como también de empujar y tirar en la posición de esta, emulando el escenario de la vida real para diferentes depredadores», detalló el gerente general para las Américas de Garware Technical Fibres, Gopakumar Menon.
Como proveedor de soluciones de acuicultura enfocadas en aplicaciones, la compañía india ha introducido en el mercado las redes para depredadores Sapphire Ultra Core MBX y Sapphire Ultra Guard, que buscan lograr el objetivo de la industria de cero mortalidad debido a la depredación.
«Las redes de fibra de polietileno con alma de acero inoxidable minimizan los efectos de los ataques de depredadores, con una alta resistencia al corte de los lobos marinos, de cinco a seis veces más fuerte que las de nylon o polyester. Las nuestras están siendo utilizadas con éxito en Chile: centros de cultivo que tuvieron una gran pérdida de peces nos han informado de casi cero pérdidas después de la instalación de las redes de depredadores, con enormes ventajas para los salmonicultores», aseguró Francisco Serra, quien es business associate de Garware Chile.
Soluciones de prueba innovadoras como este robot de fuerza de mordida arrojarán más información sobre el desarrollo de las redes de depredadores. Una investigación de Sintef en Noruega sostuvo que las roturas en las redes eran responsables en un 60% de los escapes de peces.