Cristian Arancibia Chandía, presidente del directorio de Ferepa Biobío, se refirió al polémico proceso de fraccionamiento de cuotas pesqueras, actualmente en discusión en el Senado, destacando sus implicancias sociales, económicas y ambientales para el sector pesquero del país. En sus declaraciones, Arancibia planteó interrogantes sobre el impacto de las decisiones legislativas y cuestionó el rol de las autoridades en el manejo del proceso.
En este sentido, Arancibia advirtió sobre el temor de los trabajadores industriales respecto a una posible disminución de las cuotas asignadas a su sector. «Es un temor muy válido que compartimos plenamente desde la visión social y dirigencial. Es el Estado quien debe asegurar a ese grupo de trabajadores los elementos necesarios para sostener sus empleos, mediante apoyos concretos a la industria en el proceso de adaptación a la nueva distribución de cuotas», sostuvo.
Aunque reconoció la importancia de mejorar las condiciones del sector artesanal, Arancibia criticó que la discusión sobre fraccionamiento sea tratada de manera aislada de otros problemas estructurales de la pesca. «Poner la redistribución de cuotas como la solución principal a las dificultades de la pesca artesanal es un error. Temas como la escasez de recursos, la crisis climática, la cobertura social, la pesca ilegal y la administración del registro pesquero son tan o más importantes y han sido relegados en la discusión parlamentaria», señaló.
Asimismo, el dirigente destacó que la pesca artesanal cuenta con la capacidad de flota y personal para capturar mayores volúmenes, pero advirtió sobre la incertidumbre que genera la disposición geográfica de los recursos frente a los cambios climáticos. «El aumento de cuota para el sector artesanal podría enfrentar dificultades si los recursos no se encuentran disponibles en las áreas asignadas, un efecto que aún no ha sido analizado», comentó.
Críticas a la gestión gubernamental
Consultado sobre la actuación del Ministerio de Economía y Subpesca en este proceso, Arancibia fue enfático: «Tengo la convicción de que la autoridad pesquera no ha estado a la altura del rol encomendado. Las decisiones han sido impulsadas por ideologías y falta de criterio técnico, sin considerar aspectos culturales u organizacionales del sector pesquero».
En este sentido, proyectó un escenario complejo para el sector artesanal en los próximos años. «La escasez de recursos es una realidad que no se puede obviar. La falta de acciones concretas del Estado para impulsar el desarrollo de las caletas pesqueras, sumada a una tramitación burocrática y poco criteriosa, no da señales claras de que se pueda sortear la crisis de manera favorable en el corto plazo», concluyó.
Finalmente, el dirigente expresó su expectativa de que el proyecto en discusión permita equilibrar las necesidades de ambos sectores. «Esperamos que la Ley de Fraccionamiento mejore la actividad artesanal y mantenga a la industria operativa para garantizar el empleo de miles de trabajadores. La alianza histórica entre pescadores artesanales e industria debe ser preservada», afirmó.
Fotografía: Ferepa Biobío