A fines del año pasado, la Dra. en Oceanografía, Cristina Rodríguez, participó de un congreso internacional realizado en Italia y que buscaba conocer los diferentes análisis de imágenes satelitales de los mares del mundo. En dicha oportunidad, la especialista que trabaja en Mariscope Ingenieria presentó su trabajo referido a la situación que le tocó vivir al sur del país a principios de 2016 y que terminó en altas tasas de mortalidades de peces y moluscos.
A juicio de Cristina Rodríguez, su investigación le permitió corroborar con entidades públicas que las tecnologías satelitales permiten anticiparse a este tipo de fenómenos –con hasta varias semanas en algunos casos– y que, incluso, gracias a la estrecha colaboración con servicios gubernamentales que permitieron cerrar algunas áreas con gran anticipación, “no tuvimos que lamentar el fallecimiento de ninguna persona”.
Sin embargo, más allá de que está demostrado que las imágenes que entregan los diferentes satélites que circundan el planeta permiten conocer las concentraciones de microalgas o la actividad fotosintética con una exactitud de hasta 250 metros, “para que tengan el efecto esperado, esta información tiene que ser procesa y analizada por personas especializadas y en esto hay pocos expertos en Chile”, dice la investigadora, quien reconoce que los satélites entregan imágenes en forma abierta (Quick look), “pero este no es el producto final. De hecho, en teledetección satelital se habla de Nivel 2 para aquel producto final para el usuario y, por ejemplo, se expresa a través de mapas de parámetros físico-quimicos-biologicos donde se han corregido ruidos de la señal como por ejemplo condiciones atmosféricas o sedimentos en agua, entre otros”.
Pero eso no es todo. La ejecutiva de Mariscope Ingenieria asevera que los análisis tienen múltiples utilidades y que van desde la acuicultura a la salud humana, como pasó con la marea roja. “También se puede aplicar para conocer la evolución de los incendios forestales, zonas de riesgo, vulcanología o hasta para predecir los brotes del virus Hanta”, puntualizó la experta.
Por lo anterior es que Rodríguez llamó a las autoridades y diferentes actores del sector productivo a formar grupos científicos que permitan analizar estas informaciones de forma continua y especializada de forma de anticipar diferentes fenómenos.
En definitiva, la especialista en Oceanografía reconoce que “hay gente muy buena en Chile y mucho equipamiento ya en la zona sur del país, incluyendo microscopios electrónicos o instrumentos de HPLC, cada uno tiene su nicho” pero destaca que “faltan grupos especializados en teledetección satelital” que puedan analizar la información desde un punto de vista holístico.
Por lo anterior, Rodríguez llama a “buscar una sinergia entre investigadores e instituciones para potenciar el estudio a corto, mediano y largo plazo de las FANs. Por otro lado, se debe potenciar la creación de un grupo operativo que este enriquecido con esta investigación aplicada pero operativa, es decir, que entregue información para la toma de decisiones de forma permanente, diaria, digerida y simple para facilitar el trabajo de los tomadores de decisiones”.