David Farcas: “Las vacunas que Chile está comprando están siendo probadas en cantidades importantes de personas”

Ene 28, 2021

En entrevista con AQUA, David Farcas, presidente del Consejo Asesor Científico Vacuna Covid-19, entrega detalles del proceso de vacunación contra Covid-19 que se está iniciando en el país. Si todo sale bien, el segundo semestre de 2021 y el año 2022 podrían ser de mucha mayor normalidad.

A fines de abril de 2020, cuando la pandemia del Covid-19 comenzaba a ganar terreno en Chile, David Farcas –conocido en la acuicultura local como director del laboratorio farmacéutico Centrovet– fue convocado, por el ministro de Ciencia, Andrés Couve, para formar parte del Consejo Asesor Científico Vacuna Covid-19.

Este grupo está formado por nueve expertos que han tenido por misión colaborar con el Gobierno para evaluar los desarrollos más promisorios de vacunas para la realización de ensayos clínicos en Chile y, de esa forma, lograr que el país pueda desarrollar una adecuada estrategia de vacunación que pueda ayudar a frenar el avance de la pandemia.

El consejo está integrado por destacados médicos, investigadores y representantes de la industria, entre ellos, David Farcas. Según lo explicado, su designación no solo como miembro, sino que también como presidente del Consejo, tiene que ver con la necesidad de contar no sólo con personas de ámbito científico y académico, sino que, además, con el conocimiento práctico de quienes participan en el desarrollo, fabricación y logística aplicada a las vacunas. La idea fue “darle un poco más de pragmatismo a la estructura del consejo”, dijo el ejecutivo en entrevista con AQUA.

David Farcas destacó la importancia que ha tenido la industria chilena del salmón en términos de aplicar años de conocimientos y experiencia alcanzada en temas de investigación y desarrollo (I+D) al servicio del país en estos tiempos de pandemia. “La industria había resuelto, mucho antes del Covid, cosas importantes. Por ejemplo, la mantención de vacunas a temperaturas muy bajas. También el traslado y la masividad de la vacunación, el uso masivo de PCR y de medidas de higiene y protección personal. La industria vacuna 250 millones de peces al año. Hay mucha admiración en la industria farmacéutica humana por la industria salmonicultora nacional y me siento muy orgulloso de representar en cierta forma a este sector”, sostuvo el ingeniero industrial de la Universidad de Chile, quien ha sido también premio nacional a la Innovación (Avonni) por el desarrollo de la primera vacuna contra el virus ISA en salmones.

¿Cómo califica el trabajo que ha realizado Chile en términos de analizar las vacunas disponibles contra Covid-19 disponibles a nivel internacional y traerlas al país?

El Presidente Sebastián Piñera fue muy activo desde el inicio de la pandemia en términos de buscar opciones para traer a Chile la mayor cantidad de vacunas bajo buenas condiciones comerciales, los mejores productos y lo más rápido posible. La estrategia fue extraordinaria. Los resultados muestran que estamos alrededor de ocho meses a un año adelantados respecto de países vecinos en cuanto a la fecha en que recibiremos las vacunas y la cantidad de personas que las recibirán. Los resultados son muy parecidos a los del primer mundo. Esto es muy destacable siendo un país chico y sin capacidad de comprar a cualquier precio.

Creo que la visión del Presidente permitió que hoy tengamos disponible un buen número de vacunas y que de aquí hacia fines del primer semestre de 2021 podamos tener vacunada al 80% de la población que requiere esta medida. La idea es que antes de julio el proceso esté completado. Es una fecha muy parecida a la que tienen los países desarrollados. Aquí es interesante considerar que Estados Unidos, Europa, Rusia y China financiaron la investigación para estas vacunas. Nosotros, pagando más o menos lo mismo por dosis, vamos a tener casi la misma cantidad y las vamos a recibir rápidamente. Asimismo, tenemos una diversificación tecnológica importante, pues contaremos con vacunas inactivadas como la de Sinovac, vacunas recombinantes como las de Johnson & Johnson y AstraZeneca y vacunas con RNA como la de Pfizer. Cuando partimos, se pensó que no todas las vacunas iban a llegar a puerto y por ello se buscó diversificación geográfica y tecnológica; eso fue un punto muy importante.

Lo que hemos logrado como país es bueno. Tenemos varias vacunas, todas buenas y que están siendo validadas con los estándares de las agencias sanitarias más exigentes. En la negociación con los laboratorios fue muy importante que parte de los ensayos clínicos se realizaran en el país, porque nos permitió tener un acceso privilegiado al suministro de vacunas. Hoy, es evidente además que tener información en nuestra población nos va a ayudar a despejar dudas de las personas sobre la seguridad y eficacia de las vacunas en Chile.

Cuándo habla de vacunar al 80% de la población que requiere inmunización, ¿a qué grupos se refiere? ¿Qué grupos quedan excluidos?

Inicialmente, la vacunación cubre a todos los adultos sobre 16 años, todos los grupos sobre los cuales hay indicación de vacuna. ¿Quiénes no están considerados? Los grupos para los cuales no hay estudios que lo fundamenten, como los niños menores de 16 años, pues allí no hay estudios publicados; apenas estén, la idea es incluirlos. También algunos grupos como las embarazadas, que no están consideradas en las primeras etapas porque no hay estudios. Y también algunas personas con algunas condiciones especiales, donde puede que no haya indicación. La idea es vacunar a la mayor cantidad de gente posible para los cuales hay sustento de pruebas de Fase 3 de que la vacuna es segura y eficaz.

En cuanto a las vacunas que están llegando a Chile, ¿hay diferencias sustanciales entre ellas? ¿Se podría pensar que hay algunas de mejor calidad que otras?

Hay diferencias entre las vacunas, son tecnologías distintas, probadas en condiciones distintas. Pero lo importante es que todas las vacunas que Chile está comprando están siendo probadas en cantidades importantes de personas. 50.000 personas, por ejemplo, es un número importante, diez veces más grande que el número sobre el cual se suelen probar las vacunas normalmente. Además, estas vacunas no se han saltado ninguna etapa. No es que haya habido mayor riesgo porque se saltan etapas de evaluación de seguridad. Por el contrario, los productos han mostrado ser seguros y eficaces. El tema de la seguridad es lo que más inquieta a las personas y es razonable. El llamado es que quienes tienen dudas se informen. Por mi parte, puedo explicar que los resultados han sido más rápidos porque en vez de que las pruebas se hagan de forma secuencial (primero Fase 1, luego Fase 2 y así sucesivamente), los laboratorios han hecho  algunas de las pruebas en paralelo. Es por eso que pasamos de años a meses. De esa forma, se han acortado mucho los tiempos. Muchas de las vacunas se apoyaron en avances increíbles de la ciencia, lo que también acorta mucho los tiempos. Además, se ha invertido cantidades de dinero nunca vistas en la historia de las vacunas, y los gobiernos y toda la comunidad científica han apoyado en todo lo que pueden. Creo que vamos a ver, de aquí en adelante, que las nuevas vacunas van a demorar mucho menos tiempo que antes.

Si sirve como referencia, puedo contar que yo participo en la prueba de Fase 3 de una de las vacunas fabricadas en China, junto a mis padres, mis hijos y mi señora. Tengo harta confianza en el sistema. Nada mejor que predicar con el ejemplo.

Otra inquietud que ha surgido las últimas semanas tiene que ver con que si las vacunas que se están promoviendo protegerán contra las nuevas variables de coronavirus que han aparecido (Reino Unido y Sudáfrica, por ejemplo). ¿Hay información al respecto?

No se sabe con certeza. Es un trabajo en desarrollo. Pfizer publicó que su vacuna está protegiendo contra dos de las variantes nuevas, pero no se sabe. Pero me gustaría aclarar que la aparición de nuevas cepas es parte normal de reproducción de cualquier ser vivo. Siempre hay una evolución o adaptación de los virus, es un proceso normal. Si la vacuna va a proteger o no va a depender de cuan distinta es la nueva variante. En este caso, por lo que se sabe, la posibilidad de que estos tipos de coronavirus muten rápido es más baja en comparación con el virus de la influenza, donde se requiere una nueva vacuna cada dos o tres años.

Pensado que este año se logre una vacunación más o menos masiva a quienes corresponda, ¿se podría pensar que el 2022 será un año mucho más normal?

Yo creo que sí. La expectativa de la ciencia es que en la medida que logremos la inmunidad de masa, el riesgo del virus bajará significativamente. Ahora, no basta que estemos vacunados nosotros. Si recibimos gente de países vecinos tienen que estar vacunados también, de forma progresiva. Pensaría que el segundo semestre será mucho más normal que lo que hemos vivido hasta ahora. Es posible que se vuelva a las clases presenciales, oficinas y a lo que hacemos en la vida más cotidiana.

También es interesante, para la industria chilena del salmón, que los principales mercados hacia donde exportamos –Estados Unidos, Japón, Rusia, China y Brasil– están avanzando todos súper rápido con sus procesos de vacunación. Entonces, podría venir también una normalidad para los destinos hacia donde llega el producto. Estados Unidos, por ejemplo, lleva 20 millones de personas vacunadas, Japón va avanzando rápido y Brasil a pesar de todo tiene un programa de vacunación para gran parte de la población.

Finalmente, ¿cómo ha sido esta experiencia? ¿Cuándo le han servido los conocimientos obtenidos en la fabricación de productos farmacéuticos para producción animal y acuícola en el actual desafío sanitario que experimenta el país?

Es súper gratificante devolverle la mano al país. Sin duda, la visión práctica aplicada a la producción de vacunas y sus complejidades nos ha permitido darle más pragmatismo a este proceso, realizando aportes en términos de costos, tiempos y riesgos. En Centrovet utilizamos tecnología muy parecida a la que ocupan AstraZeneca y Johnson & Johnson, de modo que estamos muy al día con lo que pasa en esta industria en el mundo. Ser parte de esta industria nos permitió tener conversaciones más fluidas con los desarrolladores. Era muy importante tener una buena coordinación con ellos y hacerlo pronto.

Hoy, el Consejo sigue operando de manera muy activa. Estamos viendo ahora la parte comunicacional, con el fin de que la gente le pierda el miedo a las vacunas, el seguimiento de los estudios y evaluando nuevos candidatos. Puedo resumir que, entre mayo y agosto sobre todo, se me fue la mitad de la vida en esto. Ha sido muy intenso, pero muy gratificante. Ha sido una gran oportunidad. El equipo de trabajo del Consejo es impresionante y el ministro Couve ha demostrado ser de clase mundial. Pero todavía no resolvemos el problema del Covid, así es que tenemos que seguir buscando herramientas.


Fotografía principal: David Farcas

Fotografía final: Ministerio de Ciencia de Chile.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]