(CSIC) El Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) informó a través de su sitio electrónico (http://www.csic.es/) que el hongo patógeno Fusarium falciforme puede causar importantes tasas de mortalidad entre las tortugas marinas. Los resultados publicados en la revista científica PLOS ONE revelan que un grupo de bacterias (Amycolaptosis, Micromomospora, Plantactinospora, Solwaraspora, y Streptomyces) del microbioma de huevos de tortuga de carey, que es una especie amenazada, previenen el crecimiento del F. falciforme y, por tanto, el desarrollo de la enfermedad.
Clave en la protección de los embriones
Descubrir el papel que juega el microbioma permitirá la prevención de enfermedades fúngicas, que están aumentando su incidencia tanto en plantas como en animales, y que han sido reconocidas por expertos internacionales como una amenaza global para la biodiversidad y para la seguridad alimentaria. «El microbioma parece jugar un papel clave en un sistema como los estadios embrionarios. En estos, el sistema inmunológico inmaduro depende exclusivamente de defensas inespecíficas», explicó Javier Diéguez-Uribeondo, investigador micólogo del Real Jardín Botánico.
El científico añadió que «las actinobacterias representan una de las fuentes más esperanzadoras de nuevos antibióticos y antifúngicos. Pueden representar un primer conjunto de microorganismos con una aplicación potencial en control biológico, con el objeto de mitigar las enfermedades emergentes», precisó Diéguez-Uribeondo.
El grupo del CSIC que ha participado en este trabajo realiza investigaciones de caracterización e identificación de microorganismos presentes en microbiomas para comprobar su papel en la prevención de hongos patógenos emergentes involucrados en la extinción de especies de animales acuáticos. De igual manera, este grupo estudia la biodiversidad, las adaptaciones a ambientes y las predicciones en un escenario de cambio global para estos hongos.
Recientemente publicaron un trabajo similar centrado en el microbioma de las ovas de salmón. En este trabajo descubrieron que las bacterias del género Frondihabitans (Microbacteriaceae) inhiben la adhesión de un patógeno a dichas ovas.