El 45% de las exportaciones de salmones chilenos podría quedar en manos de firmas extranjeras

Ene 21, 2015

El director de la consultora SalmonEx, Arturo Clément, señala que la industria salmonera debiera continuar consolidándose.

(El Mercurio) Una verdadera consolidación de la industria salmonicultora se ha estado produciendo en el país especialmente entre 2014 y lo que va de este año. En ello, las empresas extranjeras han ido tomado un mayor protagonismo: a la adquisición de Acuinova por parte de Marine Harvest por US$120 millones, se suma el desembolso por US$183 millones que realizó EWOS por Nova Austral.

Asimismo este lunes, AquaChile informó de la fusión que realizará con la noruega Marine Harvest. Aunque en un inicio la empresa ligada a la familia Puchi y Fischer controlará la firma fusionada con una participación cercana al 57%, a mediados del próximo año se abre una opción para que los noruegos realicen una OPA mediante la que buscan alcanzar como mínimo el 55% de la empresa combinada, tomando el control de ella.

De concretarse esto, cerca del 45% de las exportaciones de salmón chileno quedaría en manos de compañías extranjeras, mientras que hoy la porción llega a un 32%. Marine Harvest –sumando AquaChile– quedaría como la empresa más grande del país en envíos acuícolas, con unos US$882 millones, representando un 20% del total de estas exportaciones.

El director de la consultora SalmonEx, Arturo Clément, señala que la industria salmonicultora debiera continuar consolidándose.

«Esta fusión es una muy buena señal para efectos de que la industria recupere la rentabilidad que necesita. Si se analizan los resultados de las compañías que operan en Chile, son malos, si se comparan con las noruegas. A este ritmo, la industria no subsiste en el mediano plazo», dice.

Y agrega que debido a las «sobrerregulaciones» también se hace difícil estabilizar la industria en materia de costos. Clément explica que el hecho de que haya una empresa con el tamaño que resultará de la fusión de AquaChile con Marine Harvest, implicará que las demás empresas del sector replanteen sus estrategias.

Desde Ventisqueros, empresa de propiedad del holding alemán Schörghuber, indican que siempre hubo presencia de empresas noruegas en nuestro país. Sin embargo, ahora se incorporan compañías provenientes de Japón, Alemania y otros países, atraídas probablemente porque este es un negocio que tiende a ser sostenible y a crecer.

«La industria salmonicultora funciona con descansos de barrios, con concesiones, y el hecho de unir dos compañías (por la fusión de AquaChile) que son muy potentes, aumenta considerablemente la producción y potencia el negocio. El aumento de las adquisiciones en el sector se debe a que efectivamente se trata de una industria que va al alza», aseguran desde Ventisqueros.

En opinión de Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile, no existe una tendencia marcada a la incorporación de capitales extranjeros a la industria. Añade que hay grupos tanto nacionales como extranjeros que están mirando la salmonicultura. «No veo una tendencia, pero uno no puede negar que hay extranjeros interesados en entrar a la salmonicultura, como los peruanos, y algunas empresas noruegas», concluye.

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